Mario Simón, 41 años, empleado de banca, no es un político muy conocido en Palencia. En las elecciones municipales tan sólo recibió 5.000 votos de los 43.000 en liza. Un raquítico 11 por ciento del electorado. Apenas tres concejales de los 25 que conforman el Consistorio. Sin embargo, por las carambolas de los pactos y las exigencias de los cambios de cromos, Simón, concejal de Ciudadanos en la anterior legislatura, se convertirá en alcalde de la ciudad castellana este próximo sábado.
Una jugada al más puro estilo 'Borgen'. Quedó el tercero en las elecciones y el primero en los arreglos. El alcalde saliente, Alfonso Polanco, con dos mandatos a sus espaldas, deja el puesto pese a haber logrado 9 concejales. El PSOE, vencedor en la contienda con 11 diputados, también se queda fuera.
Ciudadanos se hace un hueco importante en el poder territorial de Castilla y León donde hasta ahora apenas gozaba de una representación esquílfida. El juego del tablero de los acuerdos le han abierto las puertas no sólo a la alcaldía de Palencia sino también a la de Burgos, ciudad emblemática del PP donde hasta ahora el muy discutido Javier Lacalle imponía su ley.
El cambalache de la Junta
Las negociaciones entre PP y Ciudadanos le otorgan la presidencia de la Junta regional a Alfonso Fernández Mañueco en tanto que los populares ceden estas dos alcaldías, así como algunas diputaciones y otras instancias de poder. El partido naranja asienta sus reales en CyL.
También en Burgos el PP cede los trastos de la alcaldía en la persona del representante de Ciudadanos. Vicente Marañón, 47 años, Bilbao, será el primer edil burgalés, un economista con trayectoria como consultor y miembro de la Corporación municipal en la última legislatura. Tampoco Marañón es el político más popular en su ciudad, aunque goza de cierto predicamento en los ambientes profesionales y en antiguos sectores de simpatizantes del PP.
Ciudadanos recibió en Burgos 15.000 votos de los 95.000 ciudadanos que se acercaron a las urnas. Apenas 5 concejales de los 27 que componen el cuerpo municipal. También el puesto número tres del ranking por lo que, al igual que en Palencia, precisará de un acuerdo con Vox, que tiene dos escaños. No obstante, se trata del mejor resultado conseguido por el partido de Albert Rivera en la región. En plena línea con los mandatos de la dirección nacional, tampoco Marañón ha tenido a bien llamar a la puerta del partido de Abascal para solicitarse sus imprescindibles apoyos. No caben demasiadas sorpresas.
Javier Lacalle, hasta ahora alcalde, encontrará hueco en el Senado y se incorporará al alguna consejería en el equipo de Mañueco
Javier Lacalle, hasta ahora alcalde, encontrará hueco en el Senado y se incorporará al alguna consejería en el equipo de Mañueco. Lacalle no gozaba de una popularidad indiscutible en su ciudad y tampoco mantenía unas relaciones demasiado fluidas con el equipo de Génova desde la llegada de Pablo Casado.
Las renuncias a estas dos alcaldías por parte del PP han producido notable convulsión intramuros de ambas formaciones. Apenas se tenía noticia de lo que estaban negociado Teodoro García Egea, número dos de los populares con José María Espejo, el delegado de Rivera para este empeño. En Palencia, la noticia de la defenestración de Polanco no cayó nada bien, aunque ya se lo esperaban. En el ámbito regional de la formación se asume que estas negociaciones han de ser discretas y hasta secretas, pero todo ha ocurrido de forma inopinada, vertiginosa y sin capacidad de reacción. La digestión será lenta y pesada, comentan en círculos populares de la región.
Dos candidatos que apenas consiguieron la anuencia del 15 por ciento de su electorado se colocan al frente de sus respectivos municipios. El reparto de instancias de poder a nivel municipal y autonómico está produciendo situaciones hasta ahora desconocidas. Al menos, en número e intensidad. Ciudadanos aprovecha la coyuntura y coloca a sus alcaldes 'Borgen'. Quizás también en Madrid.