Irene Montero es la única diputada que votará a distancia en el pleno de investidura de Pedro Sánchez. Así lo hizo el pasado martes y así lo hará este jueves, cuando el candidato socialista se juega la presidencia del Gobierno de España. La portavoz parlamentaria de Unidas Podemos, solicitó la semana pasada a la Mesa del Congreso poder votar de forma telemática hasta el próximo 2 de agosto debido a su avanzado embarazo.
La 'número 2' de la formación morada remitió su voto por escrito al órgano rector de la Cámara antes del inicio de la sesión plenaria del martes, que empezó a las nueve horas y finalizó pasadas las 14.30. Con un acuerdo de coalición todavía en el aire, la sorpresa saltó cuando, en medio de la votación, la presidenta del Congreso pronunció su nombre y leyó el sentido de su voto: '"No".
Su posición era diferente a la del resto de sus compañeros. La negativa de Montero a Sánchez chocaba con la abstención de los otros 41 miembros de su grupo parlamentario. Fuentes de Podemos aclararon que después del cara a cara que mantuvieron el dirigente del PSOE y de Podemos el lunes, los de Iglesias se decantaban por el no.
Estrategia: apurar plazos
Después decidieron dar una segunda oportunidad a la negociación con los socialistas y optaron finalmente por abstenerse en esta primera votación. Con la lección aprendida, Irene Montero trata de apurar los plazos el máximo posible este jueves.
Según fuentes parlamentarias, la Mesa estableció que la dirigente morada debía votar hoy a la 13.00 horas. Sin embargo, Montero solicitó estirar aún más el plazo y la Mesa le concedió que pudiese emitir su voto a la 13.25 horas, es decir, cinco minutos antes de que arranque la sesión plenaria.
El Reglamento del Congreso establece que aquellas señorías que soliciten votar a distancia por enfermedad, embarazo o baja por maternidad deben hacerlo "con carácter previo al inicio de la votación correspondiente", pero sin especificar con cuánta antelación.
Según explican las mismas fuentes, no se puede emitir un voto telemático en medio del debate ni en el momento de votar porque este tipo de votos requieren una serie de comprobaciones previas para garantizar que el voto es real y que lo ha emitido la persona que figura en el escrito que se registra en la Mesa.
