La división en el separatismo catalán amenaza la investidura de Pedro Sánchez, que probablemente no se celebrará antes de Navidad y quizá tampoco en enero. Carles Puigdemont reunió el martes al núcleo duro de Junts per Catalunya en Waterloo (Bélgica).
Y la consigna que salió del encuentro es no apoyar a Sánchez. Y mantener la presión a ERC, que lleva un mes negociando con el PSOE. La eterna batalla por la hegemonía del independentismo vuelve a empantanar la formación de gobierno.
La portavoz de JxCat, Laura Borrás, lo ha dejado claro después de su encuentro con el Rey. El partido de Puigdemont no está dispuesto a quedarse al margen del acuerdo que puedan alcanzar el PSOE y ERC.
"Veremos cuál es el resultado y si dan los frutos que ERC pueda considerar que son positivos", ha dicho Borrás. "Pero la solución tienen que tener en cuenta a todos los actores en Cataluña y no puede dejar al margen a la primera fuerza independentista del Parlament y que además ostenta la presidencia de la Generalitat".
Moción sobre la autodeterminación de JxCAT
De hecho, Borrás ha anunciado que su partido volverá a presentar este viernes la moción sobre el derecho de autodeterminación que retiró hace unos días. Esa retirada se interpretó como un gesto con ERC, que le ha prestado varios senadores a JxCAT para tener grupo propio en la Cámara alta.
Sin embargo, Borrás ha precisado que la iniciativa se debatirá en el próximo pleno.