El caso de Rodrigo Rato está dando de sí. Tras su declaración ante la Guardia Civil de Tres Cantos durante el pasado mes de octubre, el exvicepresidente del Ejecutivo de José María Aznar reconoció que tenía empresas opacas durante sus cargos como ministro de Economía y Hacienda -entre los años 1996 y 2004-.
Los bienes que el exvicepresidente del FMI regularizó en el año 2012 aprovechando la amnistía fiscal, tal y como destapó Vózpopuli, no formaban parte de una herencia familiar. Según informa el diario El Mundo en su edición de hoy tras tener acceso a las declaraciones de Rato, el expolítico confirma que la empresa Vivaway la adquirió en Reino Unido en 2006 a una persona que no quiere desvelar y admite su participación en Red Rose - con sede en las Bahamas- y en Westcastle Corporation, una firma panameña con sede en Suiza. Declara que ésta nació a finales de los años 90.
Tras declarar que después de la amnistía fiscal había transferido sus bienes en el exterior a Vivaway, reculó y cambió de versión. Así, aseguró que lo que quería hacer era traer todos sus bienes a España, pero según apunta este diario, los llevó hasta la empresa Vivaway, matriz a su vez de Kradonara con gestión gibraltareña
Durante el interrogatorio la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil halló una transferencia a nombre de Teresa Arellano, secretaria de Rodrigo Rato en su época de ministro, a una cuenta en las Islas Caimán realizada en 1998. El exministro que fue imputado con derecho a defendese aseguró que desconocía este hecho, mientras que la que fue su secretaria afirmó que nunca ha tenido cuentas en el extrajero y que desconoce cómo se abría una cuenta en el extranjero.