La declaración de guerra del Frente Polisario a Marruecos ha devuelto el foco mediático a un conflicto olvidado desde hace ya casi medio siglo. El fin del alto el fuego en el Sáhara Occidental, el territorio que un día fue provincia española y aguarda desde 1975 la celebración de un referéndum de autodeterminación, ha puesto al descubierto el limbo jurídico en el que permanecen las personas que habitan una región de la que España se ha desentendido a pesar de seguir siendo la potencia administradora.
En el Sáhara Occidental siguen viviendo miles de personas con DNI español, entre arena, campamentos de casas de adobe y vecinos marroquíes, argelinos e incluso apátridas, porque para España la autodenominada República Árabe Democrática Saharaui no existe. Se desconoce el número exacto de ciudadanos con nacionalidad española que habitan esta antigua colonia. El Gobierno no da cifras redondas, aunque se calcula que podrían rondar las 10.000 personas, según las fuentes de Efe.
Jadiyetu El-Mojtar Sid Ahmed, delegada del Frente Polisario en España, tenía 14 años cuando tuvo huir de su ciudad, Villa Cisneros, hoy ocupada por Marruecos, para refugiarse en los campamentos del desierto. Esta activista, periodista y profesora es una de las saharauis que consiguió la nacionalidad tras demostrar que había nacido en España y descendía de españoles. Su suerte habría sido otra si tuviera que tramitar ahora su nacionalidad, tal y como señala a Vozpópuli.
La Sala de lo Civil del Tribunal Supremo concluyó este pasado verano que los casi 75.000 saharauis que habitaban esta región en 1975, cuando España emprendió el proceso de descolonización, no eran españoles. Y ello a pesar de que todos ellos poseían DNI, pasaporte o libro de familia. Incluso podían concurrir a las plazas de funcionario o alistarse en el Ejército. Es más: pudieron votar en el referéndum celebrado por la dictadura en 1966 y contaban con sus propios representantes en las Cortes franquistas, tal y como recuerda El País.
"Nuestra cultura es española"
Esta decisión del Tribunal Supremo deja en el limbo jurídico a centenares de saharauis que estaban pendientes de la resolución sobre su nacionalidad, que se está "demorando", por lo que temen que el fallo del Alto Tribunal español siente un precedente. Jadiyetu El-Mojtar Sid Ahmed defiende que "todos los saharauis son españoles": "Nacimos españoles, nos educamos en colegios españoles, nuestra cultura es es española, miles de saharauis tienen raíces españolas...".
"Nacimos españoles, nos educamos en colegios españoles, nuestra cultura es es española, miles de saharauis tienen raíces españolas...", afirma una delegada del Frente Polisario en España
Esta delegada del Frente Polisario lamenta la postura -de perfil- de España desde 1975 para con los saharauis: "Nosotros enseñábamos a los españoles a escribir y leer en castellano bajo las bombas, con los pocos medios que teníamos, porque formamos parte de la identidad hispana y si todavía el castellano es el segundo idioma de la República Árabe Democrática Saharaui es gracias a los hombres y mujeres que no quisimos perder este vínculo".
"España se ha equivocado", asevera en declaraciones a este diario, antes de exponer los intentos de Marruecos por "romper todos los vestigios de la cultura española en el Sáhara Occidental"
"España se ha equivocado", asevera en declaraciones a este diario, antes de exponer los intentos de Marruecos por "romper todos los vestigios de la cultura española en el Sáhara Occidental" con el cambio de nombre de ciudades y calles. Pese a todo, "el pueblo saharaui siempre espera de España que asuma sus responsabilidades jurídicas con su antigua colonia, porque sigue siendo su potencia administradora".
"La posición de España es constante"
Pero la respuesta de España sigue falta de soluciones para el Sáhara Occidental. "La posición de España es constante y pasa por apoyar la centralidad de Naciones Unidas y los esfuerzos del Secretario General en la búsqueda de una solución política, justa, duradera y mutuamente aceptable tal y como establecen las resoluciones del Consejo de Seguridad y en el marco de disposiciones conformes a los principios y propósitos del a Carta de Naciones Unidas", apuntan a Vozpópuli fuentes diplomáticas oficiales.
El Ministerio de Asuntos Exteriores se limita a recordar que, "a través de sus consulados en el exterior, asiste a los españoles donde quiera que estos se encuentren"
Ni siquiera el estallido de una guerra anunciada y para la que ahora se preparan los hombres saharuis ha cambiado la postura del Gobierno. El Ministerio de Asuntos Exteriores se limita a recordar que, "a través de sus consulados en el exterior, asiste a los españoles donde quiera que estos se encuentren". Una afirmación imprecisa y escueta que contrasta con la tajante condena del gabinete de Arancha González Laya cuando el pasado fin de semana un grupo de manifestantes saharauis sustituyó la bandera marroquí por la del Sáhara Occidental en el Consulado de Marruecos en Valencia.