El magnífico proyecto, de nombre A´Barra, que pusieran en marcha la marca de ibéricos Joselito y La Catedral de Navarra se ha consolidado en poco tiempo como uno de los grandes restaurantes de la capital. En el local que antaño fuera el buque insignia del grupo VIP´s, El Bodegón, A´Barra, en su no demasiado larga existencia, ha conseguido la unanimidad en la crítica y en los galardones (estrella Michelín incluida) para ocupar la primera fila de la gastronomía madrileña.
Con una millonaria inversión que no pasa desapercibida, es la perfecta sincronía en todos sus aspectos la que le sitúa como uno de los mejores restaurantes de Madrid. A cargo de su cocina, Juan Antonio Medina, que tras muchos años en el cercano Zalacaín está dando en A´Barra lo mejor de su magnífica carrera profesional. La sala, aspecto fundamental en un restaurante del perfil de A´Barra, está impecablemente dirigida por Jorge Dávila, sin ninguna duda uno de los mejores jefes de sala que hay actualmente en España y la bodega, a cargo de Valerio Carrera, es la garantía completa de la satisfacción que A´Barra produce siempre al visitante.
Dos maneras de probar sus productos
Para quien no lo conozca, la experiencia en A´Barra puede disfrutarse desde dos vertientes diferentes. Bien en su comedor, al estilo más tradicional, en el que existe la posibilidad de escoger entre carta y menú degustación, bien en su barra gastronómica, versión más original e interactiva, en la que se dispone de un menú degustación que es cocinado, servido y presentado delante del comensal.
Hace escasas semanas tuvimos ocasión de probar el nuevo menú degustación que acaba de incorporarse a la barra gastronómica. En un original formato en el que parece que el menú va de final a principio, Medina y su equipo proponen un apasionante recorrido por diferentes platos en el nada se deja al azar y que mantiene una magnífica coherencia de principio a fin (o de fin a principio en este caso).
Comienza así con un consomé en cafetera del muslito de pichón en el que se supone que se comienza con el habitual café final de cualquier menú. A partir de ahí platos magníficos, sublimes muchos de ellos, que conforman un menú que al precio de 110 euros y contando todo lo que le rodea, se nos antoja perfectamente razonable y contenido. Al mediodía el menú se reduce a 8 pasos por razones de tiempo y el precio es de 65 euros.
Sin ánimo de comentarles pormenorizadamente cada plato, sí les desvelaré que en el mismo me cautivaron las cocochas de merluza con alubias, un impresionante carabinero que se acompaña -a modo de dashi- de la infusión de sus carcasas y una rotunda versión del huevo frito con caviar que sin duda les sorprenderá. El resto, platos sensacionales y algún detalle divertido que prefiero mantener oculto para salvaguardar su sorpresa. En suma, un menú sobresaliente que no puedo dejar de recomendarles.
A´Barra es uno de esos restaurantes en los que siempre se disfruta sin género de duda. Imposible equivocarse. Y lo mejor de todo, la progresión es constante. Personalmente, uno de mis imprescindibles. Prueben y me cuentan si tengo o no razón.