Los vinos blancos ganan puntos en nuestro país. Y no es extraño. El buen hacer de los bodegueros, el cuidado del viñedo y el esmerado trabajo de los enólogos han resultado ser un buen equipo para que los blancos españoles sigan batiendo récords de calidad.
Dentro de esta gran familia, los vinos fermentados en barrica son los más indicados para acompañar una comida. Por su elaboración y contacto con la madera tienen más potencia y poseen mayor carácter y fortaleza que sus ‘hermanos’ jóvenes. Hacerlos bien y que el paladar no se inunde de serrín no es tarea fácil, porque el roble debe estar muy bien integrado en el vino sin anularlo.
Distintos precios
Son los ‘blancos gastronómicos’, indicados para acompañar pescados al horno, carnes blancas en salsa, arroces o risottos, pastas y quesos, entre otros. Y aunque los rosados son los más idóneos para la cocina oriental, tampoco desmerecen ante un cerdo agridulce, los rollitos de pato lacado o alguna preparación picante.
Hemos seleccionado y catado cinco referencias muy diferentes y de distintas zonas geográficas. También los hay de distintos precios, pero todos tienen como denominador común la calidad y pueden hacer frente a una comida sin dificultades. Es más harán un excelente papel bien en la mesa o también para disfrutar de ellos sin más.
1) Amador Díez Cuvée 2017
Cooperativa Cuatro Rayas/ D.O. Rueda
PVP recomendado: 29 euros
Es la joya escondida de esta cooperativa histórica de la denominación de origen Rueda, con una producción de tan sólo 3.000 botellas. Procede de una selección realizada en parcelas de diez hectáreas de cepas prefiloxéricas de verdejo y está elaborado con su mosto yema. Fermenta 40 días en barrica de 500 litros y se cría durante 8 meses sobre sus lías. Sólo utilizan levaduras autóctonas propias.
Se utiliza únicamente roble francés de grano extrafino de tostado ligero con el fin de mantener aromas de la uva y otorgar al vino estructura y volumen en boca. El resultado es excepcional: un vino complejo en el que la noble uva verdejo da todo lo que puede dar y más. Fruta blanca en nariz, toques cítricos y ciertos tonos a vainilla. Trago fresco, untuoso e intenso. Toda una delicia. El nombre es un homenaje de los 300 viticultores de la Cooperativa al que fue presidente de la bodega durante 21 años. La temperatura perfecta de consumo está situada entre 10º y 12º.
2) Milmanda 2018
Bodega Familia Torres/ D.O. Conca de Barberá
PVP recomendado: 63 euros
Un grandísimo blanco que forma parte de la Antología Miguel Torres, integrada por los cinco vinos más emblemáticos de la bodega y que representan el legado de la familia como viticultores desde hace más de tres siglos. Está elaborado con viñas viejas de chardonnay que crecen a 500 metros de altitud frente al castillo medieval del siglo XII que da nombre al vino. Para su elaboración se seleccionaron rigurosamente las mejores uvas recolectadas.
El mosto fermentó en barrica, envejeció durante casi medio año en madera y posteriormente tuvo una crianza en depósitos de diez meses sobre sus lías con bâtonnages periódicos. La producción también comprende formatos Magnum y 15 Jeroboams, esto último nada habitual. Un blanco estructurado, elegante y muy equilibrado en el que sobresale la fuerza intacta de una chardonnay. Sedoso, de paso largo y con volumen, la madera está presente perfectamente ensamblada. Un vino de guarda para aquellos que prefieran los blancos fermentados en barrica más cremosos.
3) Mataperezosa 2018
B. Fuentes del Silencio/ V.T. de Castilla y León
PVP recomendado: 28,90 euros
Es el resultado de un importante trabajo de campo que ha permitido identificar cepas de uva blanca en los viñedos viejos de la bodega, enclavada en Herreros de Jamuz, al sur de la provincia de León. Tan sólo 3.000 kilos de uva permiten elaborar Mataperezosa, un vino testimonio del legado vitícola de la zona. La enóloga Marta Ramas es la responsable de este vino innovador, elaborado con uvas Palomino y Doña Blanca a partes iguales, de viticultura sostenible.
Buscando la conjunción entre frescura (cepas en altitud) y capacidad de guarda, surgió este vino elaborado partiendo de la selección manual en el viñedo. Fermenta en barricas de manera natural- puede tardar varios meses- y se cría en barricas usadas durante 14 meses. Un vino que se sale de lo común por su tremenda frescura, con una nariz potente de notas cítricas y trazos anisados. En boca es astringente, mineral, de acidez marcada y con toques salinos. Posee fortaleza, estructura y cierto volumen que le ha dado la madera, pero ganará cremosidad con algunos meses mas en botella. Una edición limitada de 1.618 botellas.
4) La Vista 2018
Bodegas Eduardo Peña/ D.O. Ribeiro
PVP recomendado: 28 euros
Una bodega fundada el año 2005 en la parte occidental de la provincia de Orense, marcada por el paso del Miño y sus afluentes. Tras una rigurosa selección de los mejores racimos de albariño y treixadura, el mosto se macera con los hollejos para extraer todo el potencial aromático y la estructura de estas variedades. La finalidad es lograr la máxima expresión varietal de sus viñedos.
Trabajan cada variedad por separado y fermentan independientemente; permanecen 5 meses en barricas de roble (francés y húngaro) donde se remueven delicadamente con sus lías. Bonito color dorado que indica su crianza, con frutas compotadas en nariz, cítricos suaves y destacados trazos a azahar. En boca es glicérico pero sedoso (ligero paso en boca) debido a su perfecta acidez. Un blanco equilibrado con un posgusto amargo sumamente elegante. Una delicia de vino con numerosas e interesantes facetas.
5) Godello FB 2020
Bodegas Dominio de Tares/ D.O. Bierzo
PVP recomendado: 14 euros
Una de las primeras bodegas en la zona que apostó por blancos de guarda, en su caso de la variedad godello. No dudaron en jugar esta baza por el gran potencial de la uva y su capacidad para la elaboración de vinos fermentados en barrica. En esta nueva añada- son ya 20 años elaborándolo-, se seleccionó el viñedo de mejor orientación y suelos.
Los mostos fermentaron con los hollejos, al estilo tradicional y se trabajó sobre lías en barricas y tinas de roble. De color dorado y limpio, con aromas cítricos y minerales, posee una textura en boca untuosa pero resulta fresco en el trago. Buena relación calidad- precio. Estamos ante un blanco de guarda con carácter, que se afinará en botella con el paso del tiempo, aunque ahora está perfecto para degustar. Lo comercializan también en formato magnum.
Cinco blancos muy especiales, todos fermentados en barrica con gran sabiduría. A pesar de esta elaboración, el carácter de las uvas empleadas brilla con luz propia.
Nota: Ninguno de los vinos mencionados se han seleccionado por motivos comerciales, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.