Es frecuente que a los que nos dedicamos a escribir sobre gastronomía se nos pregunte por lugares donde ir a comer o a tapear algo que esté rico pero que sea más o menos asequible. Se está extendiendo la creencia -falsa en mi opinión- de que o te dejas media nómina y comes correctamente o caso contrario, tienes que conformarte con sitios de postureo donde la comida no es siempre lo más atractivo.
Es por ello que cuando uno visita algunos restaurantes se da cuenta de que con frecuencia las hojas no nos dejan ver el bosque; dicho de otra forma, a menudo esa cantidad de restaurantes mediáticos nos impiden recalar en barras donde por un precio medio se puede comer muy dignamente.
Viene ello al caso de una barra que tuvimos ocasión de visitar hace unos días. Pertenece al restaurante Álbora (c/Jorge Juan, 33) que posee una estrella Michelin y dos soles Repsol desde 2014 y en su planta calle es posible degustar una carta de raciones diseñada específicamente para esa zona de barra.
Detrás del restaurante Álbora se encuentran dos conocidas marcas que tienen la calidad como enseña. Nos referimos a La Catedral de Navarra y a Joselito.
En el espacio destinado a esa carta de raciones es posible optar directamente por la barra, amplia y cómoda, por mesas altas y taburetes o por alguna mesa baja con sillas situadas en el fondo del local y que a menudo suelen pasar desapercibidas. Si prefieren “tapear” con ciertas comodidades, tengan en cuenta esta última posibilidad.
En la carta de raciones las opciones son múltiples y la mayoría de ellas están también disponibles en formato de media ración lo que amplía la posibilidad de probar un mayor número de platos.
A platos (raciones) tradicionales de Álbora como la menestra de la huerta de Mendavia, las croquetas de jamón Joselito (magníficas) o las imprescindibles chacinas (si nunca han probado la coppa Joselito no dejen de hacerlo), se unen nuevos platos como un guiso de albóndigas de ventresca, lagarto y abanico con sepia de impecable factura o una estupenda escalibada de verduras con crema de berenjena y pan crujiente.
Atención en este tiempo frío a la sección de platos de cuchara que de lunes a viernes se ofrecen al precio de 16 euros y que siempre asociamos más a una comida formal que al tapeo.
Vinos, cavas y champagnes por copas, 700 referencias en bodega y una suculenta variedad de postres (su “locura de chocolate” es justamente eso, para perder la cabeza) completan una espectacular oferta donde por un precio medio de 30 euros resolver muy satisfactoriamente una comida o una cena. De esos sitos que uno guarda en su lista de habituales.
