Gourmet

Tres restaurantes para hacer un alto en el camino (y como destino)

Un paseo gastronómico por la Costa Brava, Logroño y Valencia en tres restaurantes que merecen la visita

Si estás por allí o pasas cerca… no dudes en visitar estos restaurantes, incluso ir expresamente será una buena idea. Son originales, serios (culinariamente hablando) y, cada uno en su estilo, representan lo mejorcito de nuestra gastronomía.

Desde La Costa Brava, donde ha inaugurado restaurante Miguel Sánchez Romera a un restaurante de fusión en Logroño y otro en Valencia que ofrece una deliciosa y actualizada cocina tradicional. Y no olvides dejar un “Out of office” muy gastronómico.

Vuelve L’Esguard

Parece que estamos en una época de retornos. Si Óscar Velasco (ex Santceloni) volvía a Madrid después de dos años fuera, ahora nos da la sorpresa Miguel Sánchez Romera, quien tantas alegrías nos dio en su antiguo L’Esguard.

Neurólogo de profesión, y de los más reputados, le pudo más el tirón de la cocina e inauguró su restaurante. Tras comenzar como autodidacta, pasó por los mejores restaurantes internacionales- de Tokio a Nueva York o Beiging-… y “logró una nueva identidad culinaria”, afirma el chef.

Creador del concepto “Neurogastronomía”, escribió un libro en 2007 en el que relacionaba estas dos disciplinas. Emociones, sentidos y placer a través de los alimentos. Hasta su antigua masía, gourmets y aficionados viajábamos para conocer sus platos en una época en la que prácticamente todo estaba por hacer- Ferrán Adriá mediante- si hablamos de cocina de vanguardia. Los resultados eran espectaculares, modernidad pura bocado tras bocado. Pero todo acabó.

Ahora, felizmente, Miguel Sánchez Romera vuelve con un nuevo restaurante en Sant Feliú de Guixols (Gerona). El Alábriga Hotel& Home Suites, de cinco estrellas gran lujo, es el nuevo reencuentro con este extraordinario personaje, como chef ejecutivo del hotel- boutique y un nuevo L’Esguard.

Sigue las directrices que le guiaron: ecología, producto de proximidad y sabor natural. Sus platos, minuciosos y trabajados van desde el tartar de ostras al damero de verduras (un clásico suyo) o huevo con caviar… No falta el pichón de Bresse. Técnica, intuición y una creatividad inacabable.

Posee una terraza abierta en verano y cerrada en invierno. El menú tiene un precio de 150- 180 euros según su extensión. Sólo abre desde el viernes mediodía hasta domingos, incluyendo las noches.

Una versión más desenfadada de la cocina de este chef la encontrarás en las terrazas del Sea Club, cada una dedicada a distintas especialidades como China, Turquía, Argentina… también habrá un bar especializado en sushi y cocina clásica japonesa.

Íkaro, una deliciosa fusión

Iñaki y Carolina están al frente de este restaurante enclavado en el centro de Logroño. Todo un revulsivo para esta ciudad de riquísima gastronomía tradicional, porque en Íkaro están todas las claves de la modernidad. Una fusión culinaria entre las raíces de Iñaki, nacido en Laguardia (Álava) y el origen ecuatoriano de ella.

Precisión y originalidad en una sala diáfana y moderna, que ostenta en su fachada la estrella Michelin- tras sólo un año y medio abiertos- y los dos Soles Repsol que poseen. Una cocina divertida, de excelente factura y sumamente sorprendente.

Platos como el ajoblanco de macambo, suquet de coco o cintas de calamar con beurre blanc de cabra, son el resultado de una asombrosa y bien ejecutada unión transatlántica. Pero también patatas con chorizo o llapingacho y fritada, ambos por separado, (en el plato y en el origen), aderezan una oferta que cambia según la estación.

Buena carta de vinos, en la que no falta un gran repertorio de las mejores etiquetas riojanas. Los dos menús, Íkaro (95 €) y Descubrir (80 €), son estupendos para tener una perspectiva general de su cocina. Gran variedad de infusiones. También ofrecen una carta convencional. Un restaurante que sólo abre de miércoles a domingo.

Yarza, producto y tradición

En pleno barrio de Cánovas (Valencia) se encuentra este restaurante, inaugurado en 2018 y todo un éxito. Aquí oficia el joven cocinero Manu Yarza y perfecto para todos aquellos amantes de la cocina tradicional que busquen sabores de siempre con un discreto punto de actualización. Inmenso respeto por un gran producto en un local no demasiado amplio, con cocina a la vista y una larga barra donde se puede comer o cenar.

Presentaciones impecables para un cocinero que está al tanto de las materias primas de temporada o de lo mejor que entra en lonja. Lo que se nota en sus resultados. Imprescindible probar su “titaina”, un plato de pescadores, semejante al pisto que también lleva atún. Las quisquillas con guisante lágrima y escabeche de perdiz son impecables en un concepto que va más allá del “mar y montaña”: pura armonía.

Como los deliciosos y clásicos buñuelos de bacalao o las croquetas de jamón, de bechamel ligera y perfecto frito. La ensaladilla también merece un voto. Y no falta una gran variedad de arroces (por encargo y estupendos), ni fideuá. Para finalizar, las fresas de temporada con nata de leche de oveja fueron una buena elección.

Decir adiós con estilo... gastronómico

Y antes de irnos, los foodies impenitentes tenemos que dejar programado el mensaje automático de «Fuera de la oficina» en nuestros correos. La agencia de viajes B travel y Manifiesto han desarrollado la web y, en menos de un minuto -gracias a ChatGPT-, nos redacta un mensaje personalizado con el tono y extensión que nos apetezca. Podemos, incluso, dar un poco de envidia sana y detallar los restaurantes que visitaremos y las cocinas que descubriremos. Divertido, ¿no?.

Tres restaurantes- destino y una despedida muy gastronómica para que disfrutes a fondo del verano.

Nota: Ninguno de los restaurantes mencionados se han seleccionado por algún motivo comercial, su elección es una decisión únicamente de calidad y periodística. Los precios son meramente orientativos.

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