Desde el agua nos cambia el punto de vista. Podemos recorrer una ciudad andando, en bicicleta o en coche. Sólo algunas se pueden conocer desde una piragua. La manera de integrar el agua en las ciudades  ha cambiado también nuestra idea del ocio. Desde hace unos años podemos ver la realidad arquitectónica de un paisaje urbano desde otro punto de vista. Aquí tenemos nuestras sugerencias. 

En 1950 un joven paisa llamado Fernando Botero llega a una Bogotá a medio hacer. La ciudad está iluminada por unas estrellas que parecen descansar en las azoteas de los edificios. Una rutina mojigata discurre entre los cerros que abrazan a una urbe que busca su identidad. El ambiente gris suspendido en el aire se cuela por los huecos que salpican el asfalto. La luz del día irradia procedente de las pinturas del artista que hoy dice “Yo nunca he pintado una gorda en mi vida”. El halo de satisfacción cándida que Botero traza en sus voluminosos óleos insinúa lo que Marta Traba (crítica de arte y fundadora del Museo de Arte Moderno de Bogotá-MAMBO en 1963) definió como  una “diáfana ferocidad”.

El Arsenal está interesado en el fichaje del argentino y prueba de ello es que tiene un acuerdo con él, a expensas, lógicamente, de negociar con el Real Madrid. Sin embargo, Rooney (Manchester United) y Luis Suárez (Liverpool) son, por este orden, las dos primeras opciones de Wenger. Por más que el padre y representante de Higuaín se esté poniendo nervioso, el Arsenal sólo moverá ficha si su hijo pasa a ser la primera. De momento, es 'suplente'.

Construcción y Auxiliar de Ferrocarriles (CAF) tiene una gran oportunidad para consolidarse entre los principales fabricantes ferroviarios del mundo aun después de quedar fuera del consorcio español que peleará por la línea de alta velocidad en Brasil. El sueño de ser el proveedor de la red Crossrail en Londres está más cerca después de que la alemana Siemens se haya retirado del proceso para la adjudicación de un contrato valorado en unos 1.200 millones de euros.

El ministro de Justicia y la vicepresidenta del Gobierno comparten confidencias muy al oído, guiños de complicidad, a veces risas reprimidas que en otro entorno hubieran aspirado a carcajada. Casi parecen una pareja de novios y su estrecha relación no ha pasado desapercibida. En una maniobra calculada, Ruiz-Gallardón se ha puesto a la sombra del grupo que Soraya encabeza en el PP.