Pese a lo que creíamos, un nuevo estudio con datos genéticos y seguimiento por satélite demuestra que estos animales tienen hábitats fijos y no hacen viajes a larga distancia.

La desaparición de la megafauna en la zona de la actual Patagonia hace unos 12.000 años sigue siendo un misterio para los científicos. Un equipo ha encontrado pruebas que aclaran el papel que tuvieron los humanos en aquella súbita extinción.