Durante el año 2019, un fantasma ha recorrido Europa: el fantasma del Brexit duro. Una amenaza que solo se ha desvanecido, al menos temporalmente, tras la inapelable victoria electoral del líder conservador, Boris Johnson, en el Reino Unido. Entretanto, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha sido el protagonista de 12 meses en los que ha viajado a Corea del Norte a estrechar la mano de Kim Jong-un, ha disputado una guerra comercial con China y ha defendido su inocencia ante unas acusaciones de abuso de poder por parte de los demócratas que, pese a haber activado un proceso de impeachment, difícilmente lograrán el objetivo de apartarle del cargo.
Durante este tiempo se han vivido cambios determinantes a escala regional, especialmente en América Latina. También ha habido catástrofes, como los incendios de verano en la Amazonía, e imágenes trágicas, como las de la catedral parisina de Notre Dame envuelta en llamas. Todo ello en medio de una creciente preocupación por el cambio climático y sus efectos en la Tierra, que ha colocado a una joven activista sueca llamada Greta Thunberg en el foco de la prensa internacional y del propio Trump. A continuación les traemos un repaso de algunos de los principales eventos y cambios que se han vivido a lo largo del año:
El nudo gordiano del Brexit
La posibilidad de una salida de Reino Unido de la Unión Europea sin acuerdo ha mantenido al bloque comunitario en una tensión permanente. El recurrente bloqueo del acuerdo para una salida negociada en la Cámara de los Comunes, unido a la negativa inicial de los dirigentes europeos a reformar dicho tratado, hizo que todos los países se preparasen por si el Brexit duro acababa ocurriendo.
Dos hechos han sido claves para el desbloqueo del proceso de divorcio del Reino Unido con la UE: primero, los mandatarios de la UE volvieron a la mesa de negociación para modificar algunos de los puntos del tratado original de salida que no convencían a un sector del Partido Conservador; segundo, la ya mencionada victoria de Johnson con mayoría absoluta, que le ha permitido aprobar su plan para salir de la UE en la Cámara de los Comunes.
El proceso ya se ha llevado por delante a los dos últimos premiers británicos (David Cameron en 2016 y Theresa May este mismo año) y a un líder de la oposición (Jeremy Corbyn, que renunció tras la derrota frente a Johnson en diciembre).
Bruselas saluda los buenos resultados de Johnson porque suponen, por el momento, el fin de la incertidumbre y permitirán llevar a cabo la salida del Reino Unido el 31 de enero de 2020, pese a que ni mucho menos el nudo gordiano del Brexit estará aún deshecho.
En febrero del año que viene comenzará un periodo de transición de 11 meses durante el que ambas partes deberán negociar las futuras relaciones comerciales y políticas. La Cámara de los Comunes ya ha dado el visto bueno al plan de Johnson, que incluye la prohibición de extender el periodo de transición más allá de 2020. Eso implica que, si se llega al final del próximo año sin un acuerdo comercial, podría producirse finalmente el Brexit duro.
La Unión Europea termina el año con menos frentes abiertos a nivel interno y con los liderazgos de sus principales instituciones renovados. Christine Lagarde, con el exministro español Luis de Guindos como mano derecha, ha sustituido a Mario Draghi al frente del Banco Central Europeo. Desde ahí deberá hacer frente a la amenaza creciente de una recesión económica que ya se ha instalado en el debate público.
Alemania, paradigma europeo de la estabilidad por sus repetidos gobiernos de gran coalición, lidera ahora la Comisión Europea, presidida por la democristiana Ursula Von der Leyen. El Parlamento comunitario, por su parte, aguantó en los comicios de mayo la embestida de los movimientos eurófobos, que, aunque han visto incrementarse su representación, no amenazan las mayorías conservadoras y socialdemócratas.
A lo largo de los últimos 12 meses, Italia se ha reconciliado con la UE tras el órdago fallido del exministro del Interior Matteo Salvini. El líder de la ultraderechista Lega quiso forzar la convocatoria de elecciones seducido por las encuestas y propició un acuerdo de gobierno entre sus antiguos socios del Movimiento Cinco Estrellas (M5S) y el Partido Democrático, de centro-izquierda. Antes de perder la cartera de Interior, Salvini echó un pulso a la ONG Open Arms al negarse a acoger a decenas de inmigrantes rescatados en el Mediterráneo y que finalmente fueron repartidos entre otros cinco países.
Más allá de cuestiones políticas, el Viejo Continente sufrió el 15 de abril una de sus tardes más negras de los últimos tiempos cuando el fuego amenazó con devorar la catedral parisina de Notre Dame. Un inesperado incendio devastó el tejado y derrumbó la aguja del templo. Sin embargo, cuando se pensaba que el desastre iba a ser total, los bomberos contuvieron las llamas y anunciaron que la estructura principal y las torres se habían salvado.
Trump, de la guerra económica al 'impeachment'
Donald Trump ha terminado por romper este año muchas de las dinámicas de la administración Obama: ha aumentado la tensión con Irán, que amenaza con recuperar el programa nuclear; ha retirado sus tropas del norte de Siria y se ha convertido en el primer mandatario de EEUU en pisar suelo norcoreano para reunirse con su homólogo Kim Jong-un en medio de las negociaciones para que el país comunista cese su programa de producción de misiles de largo alcance.
El veto al fabricante de móviles chino Huawei ha sido una de las medidas más destacadas de la guerra económica entre EEUU y el gigante asiático. Trump prohibió a las compañías estadounidenses hacer negocios con Huawei por su presunta relación con el Gobierno chino, pero posteriormente levantó ese veto y decretó una moratoria para que la empresa asiática pudiera retomar sus relaciones comerciales con EEUU al menos hasta febrero de 2020.
Este gesto ha suavizado las relaciones entre ambos países, que ya en diciembre han alcanzado un principio de acuerdo para poner fin a la disputa comercial que, por el momento, ya se ha traducido en la suspensión de la nueva tanda de aranceles que iba a entrar en vigor a mediados de mes.
El final del último año completo de mandato de Trump antes de enfrentarse de nuevo a las urnas se ha visto empañado por unas acusaciones de los demócratas que han puesto en marcha el proceso de impeachment o juicio político. Supuestamente, Trump hizo uso de su cargo para presionar a Ucrania y que esta investigase al hijo del exvicepresidente demócrata y precandidato para las presidenciales de 2020 Joe Biden, Hunter Biden. Los cargos que se le imputan son abuso de poder y obstrucción al Congreso.
La Cámara de Representantes, de mayoría demócrata, ya ha aprobado los cargos contra el presidente. El proceso deberá resolverse en el Senado, controlado por los republicanos, y donde en teoría Trump logrará el respaldo suficiente para seguir en el cargo.
Pero el Gobierno de EEUU no es el único que tiene que lidiar con problemas internos. A China se le ha colado una piedra en el zapato llamada Hong Kong, donde las protestas han puesto en jaque el poder de Pekín. Un proyecto de ley de extradición fue el origen de una oleada de manifestaciones masivas que fueron reprimidas por las fuerzas de seguridad. Las revueltas en la excolonia británica, apoyadas por Estados Unidos, se han mantenido a lo largo de más de medio año, incluso tras la retirada de la polémica ley que desató el estallido social, y aún continúan con otras reclamaciones de carácter democrático y aperturista.
Cambio climático: Trump vs Thunberg
El cambio climático, o mejor dicho, la acción del hombre en el mismo, se ha convertido ya en un problema de primera magnitud a nivel global para las grandes instituciones a nivel internacional. El Parlamento Europeo, por ejemplo, declaró en noviembre la emergencia climática. La creciente concienciación social por este problema se ha topado con la respuesta del movimiento negacionista, que tiene en Trump y el presidente brasileño Jair Bolsonaro a dos de sus máximos exponentes y apunta a que el ser humano no es responsable de los cambios que sufre el clima.
Frente al negacionismo y la inacción de algunos de los mandatarios ha emergido la figura de Greta Thunberg, una joven sueca de 16 años que con sus protestas ha inspirado el movimiento 'Fridays for future' (viernes por el futuro), que ha reunido a miles de jóvenes de diversos países en concentraciones celebradas repetidamente el quinto día de la semana. Tal ha sido su repercusión que esta adolescente, que tiene síndrome de Asperger, ha sido nombrada persona del año por la revista Time.
Ante este reconocimiento por parte de la prestigiosa revista, Trump respondió calificándolo de "ridículo". En un tuit, el mandatario estadounidense afirmó que "Greta debe trabajar en su problema de gestión de la ira y luego ir a ver una buena película con un amigo". "¡Relájate, Greta, relájate!”, apuntó.
La dificultad de atajar el problema del cambio climático se ha demostrado en la Cumbre del Clima celebrada en Madrid y que las protestas impidieron celebrar en Chile, país encargado originalmente de organizarla. Los países participantes han tenido grandes problemas para acordar compromisos conjuntos de reducción de las emisiones de CO2, lo que finalmente se ha traducido en un acuerdo de mínimos.
Algunas de las consecuencias del cambio climático que ya se están viviendo, según los expertos, son los desastres naturales: huracanes, lluvias torrenciales y sus consiguientes inundaciones, entre otros. A lo largo del año se han vivido numerosas catástrofes medioambientales, como los incendios del Amazonas, donde han ardido más de seis millones de hectáreas de selva tropical; el huracán Dorian, que Arrasó Bahamas dejando más de 60 muertos y centenares de desaparecidos; o el tifón Idai, que causó la muerte de más de mil personas en Mozambique, Malaui y Zimbabue.
América Latina, un año de cambios
En enero soplaron vientos de cambio en Venezuela, un país con una gran polarización política entre el chavismo y la oposición. Sin embargo, los opositores no han logrado desbancar del poder a Nicolás Maduro. A principios de año, el presidente del Parlamento, Juan Guaidó, se proclamó jefe de Estado del país caribeño al término de una protesta, prometiendo acabar con la “usurpación” de Maduro. Inmediatamente, un gran número de países encabezados por EEUU y al que más tarde se sumó España se lanzaron en bloque a reconocer a Guaidó como el legítimo mandatario. Sin embargo, con el paso de los meses, ese movimiento se ha demostrado como más simbólico que real. El apoyo de las fuerzas armadas al Gobierno de Maduro ha sido clave para que el chavismo mantenga el poder en un país azotado por unos problemas económicos crónicos.
La importancia del apoyo del Ejército es algo que también ha vivido en sus propias carnes el ya expresidente boliviano Evo Morales, que fue forzado por las fuerzas armadas del país plurinacional a abandonar su cargo tras unas elecciones donde la OEA aseguró que se había cometido fraude por parte del partido de gobierno. Esta acusación, sin embargo, fue rechazada por el dirigente indígena. La opositora Jeanine Áñez asumió el poder, mientras Morales buscaba refugio, primero en México y luego en una Argentina donde el Kirchnerismo ha vuelto a la Casa Rosada.
Alberto Fernández, escoltado por la expresidenta y ahora vicepresidenta argentina Cristina Fernández de Kirchner, es el nuevo encargado de dirigir un país con problemas económicos graves que el anterior Ejecutivo de Mauricio Macri no pudo solventar.
Las protestas han sido protagonistas de la política chilena en los últimos meses. El país sudamericano vive una movilización constante de la oposición en las calles, con manifestaciones que han reunido a cientos de miles de personas y que han puesto en la cuerda floja a su presidente, Sebastián Piñera. La izquierda reclama reformas económicas que atajen la gran desigualdad que se vive en el país y la renuncia del presidente. Piñera ha cedido a las presiones y ha convocado un referéndum para que los chilenos decidan si quieren redactar una nueva Constitución o reformar la actual, vigente desde la dictadura de Augusto Pinochet.
El ISIS pierde una guerra, pero el terrorismo continúa
El que fuera líder del ISIS, Abu Bakr al Baghdadi, fue asesinado este año por las fuerzas especiales de EEUU en una localidad al norte de Siria. Esta operación no ha hecho sino confirmar la derrota en términos militares de una organización terrorista de carácter yihadista que en 2015 llegó a controlar la mitad del territorio de Siria e Irak. Sin embargo, los ataques del grupo fundamentalista no han cesado. Aún tiene presencia en otros países asiáticos y africanos, y mantiene células durmientes en los territorios que formaron parte de su proclamado “califato”.
Uno de los ataques terroristas más sangrientos que se han vivo este año fue el llevado a cabo por el ISIS en Sri Lanka, que dejó más de 300 muertos y alrededor de 500 heridos. Tuvo lugar en abril, y consistió en una serie de ataques a iglesias cristianas y hoteles de lujo.