Tiene 81 años, se llama Robert Upshur "Bob" Woodward y continúa siendo uno de los nombres más influyentes del escenario internacional. A mediados de la década de los 70 propició la dimisión del entonces presidente republicano Richard Nixon gracias a la investigación del mayor escándalo de Estados Unidos, el denominado 'Watergate', y, este mismo mes, ha publicado su último libro, 'War' ('Guerra', en español), en el que sigue desvelando informaciones que pueden dar un vuelco a cualquier panorama geopolítico.
Woodward se trata de uno de los periodistas de investigación más relevantes de todos los tiempos, con dos premios Pulitzer (1973 y 2001), se convirtió en el rostro que destapó el caso de los espías que instalaron micrófonos en las oficinas del Partido Demócrata en 1972.
En concreto, los llamados ‘fontaneros’ de la Casa Blanca ocultaron los dispositivos los días 18 de mayo y 17 de junio de dicho año. Entonces, Nixon negó estar involucrado, afirmando que tampoco lo estaba nadie de su equipo pero, finalmente, presentó su dimisión en el año 1974.
Woodward no fue el único responsable de la exclusiva, la compartió con el también periodista de investigación Carl Bernstein. Sin embargo, sí fue él el único en tener contacto con el llamado 'Garganta profunda' ('Deep Throat', en inglés), el denunciante sin rostro de los hechos.
Pese a negar durante tres décadas estar involucrado en la denuncia, el agente del FBI y, posteriormente, director asociado del cuerpo W. Mark Felt confesó que él era 'Garganta profunda' el 31 de mayo de 2005. Falleció tres años después.
Los citados fontaneros habían sido pagados con dinero del fondo CREEP (Comité de Reelección del Presidente).
Así, Woodward ha defendido de forma férrea una de sus citas, “el periodismo es una lucha por la verdad contra mentiras, una lucha por la información contra la propaganda” y también ha sido -y sigue siendo- un duro crítico con las políticas del expresidente y ahora candidato republicano, Donald Trump.
Más tarde, también le salpicó la polémica, cuando la periodista Deborah Davis desveló que Woodward había trabajado en el área de Inteligencia del Pentágono, concretamente en un grupo relacionado con asuntos relevantes de la Casa Blanca. El grupo se llamaba Task Force 157, una unidad ultrasecreta creada en 1966.
El octogenario sigue siendo, de esta manera, uno de los nombres que mayor influencia puede tener en la sociedad estadounidense de cara a las elecciones del próximo martes. Cuenta con varios libros, muchos de ellos dedicados a las políticas de Trump y en los que desvela supuestas conversaciones y declaraciones de los líderes más importantes del globo.
Decenas de libros sobre política y... sobre Donald Trump
Ha publicado alrededor de 20 obras sobre política como 'El escándalo Watergate' (1974) y 'Los últimos días' (1976), sobre Nixon; 'Veil: Las guerras secretas de la CIA 1981-1987' (1988); 'Los Comandantes' ('The commanders') (1991); 'La agenda de Clinton. La Casa Blanca por dentro' ('The Agenda. Inside the Clinton White House') (1994); 'Bush en Guerra' (2003); 'Plan de Ataque. Cómo se decidió invadir Irak' (2004); y 'Obama's Wars' (2010).
En cuanto a Trump, ha llegado a publicar una serie de libros: 'Fear' ('Miedo') (2018), 'Rage' ('Rabia') (2020) y 'Peril' ('Peligro) (2021). El último, se ha publicado este mes de octubre, y se titular 'War' ('Guerra').
En sus páginas, según extractos publicados por ‘The Washington Post’, el periodista cuenta la relación entre Joe Biden y Benjamin Netanyahu en plenas tensiones con Irán. Aunque Woodward no halla a Biden particularmente interesante, estudia las conversaciones del presidente con Netanyahu y Putin con genuina fascinación.
Ese hijo de perra, Netanyahu, es una mala persona", habría dicho Biden sobre el líder israelí, según el último libro de Woodward.
En concreto, habla de la pasada primavera, cuando el Ejército israelí mató a siete trabajadores de la ONG del chef español José Andrés. Entonces, según el libro, Biden llegó a decirle a Netanyahu que el apoyo de su país podía cambiar y que, en privado, el mandatario aseguró: "Ese hijo de perra, Netanyahu, es una mala persona".
En el epílogo del libro insinúa que disfrutó cubriendo "los esfuerzos genuinos y de buena fe del presidente y su equipo de manera responsable y en el interés nacional". “Creo que el presidente Biden y su equipo serán ampliamente estudiados en la historia como un ejemplo de liderazgo firme y decidido”, asegura, apoyando claramente la gestión del demócrata.
Contactos y conversaciones con Vladímir Putin
El libro cuenta con más revelaciones, también las que perjudican, sobre todo, al magnate. Narra que, al empezar la pandemia de covid, un momento en el que los test eran difíciles de conseguir, el republicano le regaló varios al presidente ruso, Vladímir Putin "para su uso personal".
El periodista también asegura que, cuando el expresidente abandonó la Casa Blanca, continuó en contacto con Putin mientras pedía a su partido que bloqueara la ayuda a Ucrania. Llegó a llamarle hasta siete veces por teléfono de forma secreta, dice. Esto ha sido negado por Trump, acusando al periodista de "demente y trastornado".
El periodista del 'Watergate' ha llegado a decir sobre Trump que "le encantan los dictadores" y que "hay sospechas sobre él y la investigación rusa, pero no hay pruebas reales; en el caso de Nixon tardamos dos años en destapar el escándalo", ha llegado a declarar Woodward.
La prensa, Donald Trump y las elecciones en Estados Unidos
Por otro lado, el periodista asegura que el republicano le debe todo a la prensa. "Sin los medios, Trump no hubiese sido presidente. Los manipuló durante la campaña y continúa haciéndolo", dijo allá por 2018.
Estas declaraciones están de ferviente actualidad, ya que esta misma semana ha rechazado la idea de su medio de desvincularse de los candidatos y no hacer campaña por ninguno de los dos.
Los medios siguen siendo un pilar fundamental en el proceso de elecciones presidenciales de EEUU y el nombre de Woodward continúa como protagonista en la sombra.
El anuncio de esta decisión se produjo menos de dos semanas antes de las elecciones. 'The Washington Post' había respaldado a candidatos desde la década de los 80 pero, esta semana, su propietario, Jeff Bezos, anunció que la tradición había terminado, uniéndose a 'Los Angeles Times' y 'USA Today' al optar por no apoyar ni a la vicepresidenta Kamala Harris ni al expresidente Donald Trump. “Realmente, no estoy de acuerdo”, dijo Woodward en ‘The View’, de la cadena ABC.
Tras la decisión del ‘The Washington Post’, se calcula que unos 200.000 lectores cancelaron sus suscripciones. Además, tres miembros del consejo editorial abandonaron sus puestos como protesta. De hecho, ya se estaba preparando un apoyo por escrito a Harris cuando Bezos tomó la decisión.
Así, los medios siguen siendo un pilar fundamental en el proceso de elecciones presidenciales de Estados Unidos y el nombre de Woodward continúa como protagonista en la sombra. Algo que, sin duda, influye en el electorado y la opinión pública.