Internacional

El terremoto de Sichuan deja ya cerca de 200 muertos y al menos 6.700 heridos

La falla de Longmen, una pequeña parte de la gran zona de fricción entre las placas tectónicas india y asiática, ha registrado 12 terremotos de más de cinco grados desde 1900, el peor de ellos el ocurrido en 2008 en Wenchuan. Hay más de 5.500 heridos.

A 200 muertos y cerca de 6.700 heridos se eleva ya el número de víctimas causadas por el terremoto de magnitud 7 en la escala de Richter registrado el sábado en la provincia china de Sichuan, según las cifras oficiales divulgadas por la Administración de Seísmos de China.

La gran mayoría de las víctimas mortales perdieron la vida en el área municipal de Yaan, donde se registró el sismo, concretamente en la comarca de Lushan, cinco años después de que en esta misma zona de fricción geológica, la falla de Longmen, se produjera el terremoto de Wenchuan, que causó la muerte de 90.000 personas.

En la remota comarca de Baoxing, que ha quedado aislada por el terremoto, se han confirmado 26 muertos y en torno a los 2.500 heridos, según indicó el dirigente comarcal Ma Jun a la agencia oficial Xinhua. Según Ma, la práctica totalidad de las viviendas en ese área, de una población de 58.000 personas, han quedado dañada en el seísmo, incluidas muchas casas que se construyeron tras el terremoto de 2008. La zona se encuentra sin agua, electricidad o gas y la mayoría de sus habitantes pasó la noche a la intemperie, temerosos de regresar a sus hogares para recoger sus pertenencias, ante las constantes réplicas sísmicas.

El foco sísmico se situó a 30,3 grados latitud norte, 103 grados longitud este y 13 kilómetros de profundidad, en la misma vertiente montañosa donde el 12 de mayo de 2008 se produjo el seísmo de Wenchuan, de 8 grados, aunque éste tuvo su epicentro 250 kilómetros más al noreste, en el otro extremo de la cordillera.

Las autoridades llevan a cabo un amplio dispositivo de atención a las víctimas, con el envío de más de 7.500 soldados del Ejército de Liberación Popular y miles más de efectivos sanitarios, bomberos y miembros de la Policía armada, que consiguieron sacar por el momento a medio centenar de personas vivas de los escombros. El primer ministro chino, Li Keqiang, viajó a la zona para supervisar las labores de rescate, y el presidente Xi Jinping pidió a las autoridades que no escatimen esfuerzos y den prioridad al rescate de víctimas.

El Ministerio de Asuntos Civiles envió ayuda humanitaria, compuesta por 30.000 tiendas de campaña y 50.000 mantas, entre otros bienes básicos.

El oeste de China es una zona de frecuente actividad sísmica, y en las últimas semanas varios temblores de menor intensidad (alrededor de 5 grados en la escala de Richter) en la también occidental provincia china de Yunnan causaron decenas de heridos.

La falla de Longmen, una pequeña parte de la gran zona de fricción entre las placas tectónicas india y asiática, ha registrado 12 terremotos de más de cinco grados desde 1900, el peor de ellos el ocurrido en 2008 en Wenchuan.

Menos remota que hace cinco años

La región afectada es menos remota que la de hace un lustro, por lo que a las pocas horas del suceso las cámaras de la televisión estatal china CCTV ya llegaron a la región golpeada por el seísmo y ofrecieron las primeras imágenes de localidades asoladas por el temblor.

Las más afectadas son las ciudades de Longmen y Qingren, con miles de vecinos, en las que la parte antigua de sus centros urbanos quedó prácticamente destruida, mientras que el pueblo de Gucheng, de 3.000 habitantes, sufrió el colapso del 95 por ciento de sus edificios.

Cámaras de seguridad callejera registraron imágenes de ciudadanos en toda la provincia -el temblor se sintió en amplias áreas del oeste del país- huyendo a las calles, incluidos los pacientes de un hospital que en la capital comarcal de Lushan fueron atendidos en plena calle por temor a nuevos temblores.

Las autoridades llevaron a cabo un amplio dispositivo de atención a las víctimas, con el envío de más de 7.500 soldados del Ejército de Liberación Popular y miles más de efectivos sanitarios, bomberos y miembros de la Policía armada, que consiguieron sacar por el momento a medio centenar de personas vivas de los escombros. Las fuerzas armadas chinas utilizan por primera vez en un seísmo drones (aviones no tripulados) para examinar las más remotas zonas afectadas, ya que aún hay al menos cuatro localidades próximas al epicentro con las que no se pudo contactar aún, por lo que la cifra de víctimas podría aumentar en las próximas horas.

El primer ministro chino, Li Keqiang, viajó a la zona para supervisar las labores de rescate, y el presidente Xi Jinping pidió a las autoridades que no escatimen esfuerzos y den prioridad al rescate de víctimas. El Ministerio de Asuntos Civiles envió ayuda humanitaria, compuesta por 30.000 tiendas de campaña y 50.000 mantas, entre otros bienes básicos.

El terremoto dejó sin agua y electricidad a varias localidades, y provocó desprendimientos que cortaron varias carreteras, dificultando la llegada de los equipos de rescate.

La agencia Xinhua informó de la muerte de un soldado y otros siete heridos cuando uno de los vehículos militares que se dirigían a la zona afectada para asistir en las labores de rescate cayó por un precipicio.

Zona de pandas y de temblores de tierra

La zona del terremoto es conocida por ser la primera en la que fueron avistados osos panda en la historia, y es parte de una zona de investigación de esta especie en peligro de extinción, aunque responsables de este centro consultados por la prensa oficial señalaron que no hay víctimas entre sus animales.

Tras el fuerte temblor inicial se registraron al menos 627 réplicas en la zona, la peor de ellas de 5,3 grados.

El oeste de China es una zona de frecuente actividad sísmica, y en las últimas semanas varios temblores de menor intensidad (alrededor de 5 grados en la escala de Richter) en la también occidental provincia china de Yunnan causaron decenas de heridos.

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