"El veredicto de las urnas convierte en nulo el memorandum" acordado con la troika, ha afirmado hoy Alexis Tsipras, el líder de la Coalición de la Izquierda Radical (Syrisa), que ha empezado la ronda de contactos para formar gobierno. Con el 17% de los votos, Syrisa es la segunda fuerza del Parlamento, pero no tiene bastante apoyo para lograr la mayoría. "Será difícil formar gobierno" reconoció el mismo Tsipras; el escenario más probable es que se celebren nuevos comicios, ya que el programa extremista de Syrisa provoca el legitimo miedo de los mercados y el temor del abandono de la zona euro.
Auditoría de la deuda
Tsipras fue claro sobre sus intenciones incluso antes de empezar las negociaciones políticas. Ha anunciado los puntos de su programa para formar un gobierno, que pasan por la cancelación de toda medida del memorándum, que lleva las medidas de austeridad que Grecia se ha comprometido en poner en marcha. De igual manera Tsipras quiere volver sobre las leyes "vergonzosas" que reducen los salarios y pensiones y "aniquilan los derechos laborales". Así, Grecia cancelaría su compromiso para poner en marcha a partir de junio medidas adicionales de ahorros de 11.500 millones de euros hasta 2015, "como el pueblo lo ha decidido", ha insistido Alexis Tsipras.
Además, exige que el sistema bancario griego esté "bajo control del Estado", sin especificar si se trata de eventuales nacionalizaciones o simplemente de reforzar el control sobre el funcionamiento. También quiere que una comisión internacional audite la deuda soberana griega para averiguar qué parte de ella es ilegítima -y por tanto puede no pagarse, según las normativas internacionales- e, igualmente, pedir una moratoria de pago sobre el resto.
Presión de la troika y de los mercados
Los mercados seguían con mucha atención hoy el curso de los eventos, con claro pesimismo. El índice de valores de la Bolsa de Atenas se ha reducido a su nivel más bajo desde 1992. Revela los miedos que la Comisión Europea no ha querido desvelar. En Bruselas, José Manuel Durao Barroso se ha limitado a pedir al futuro gobierno griego que cumpla con sus compromisos y ha recordado que este programa económico fue firmado por el propio Gobierno heleno y respaldado por el resto de los países de la zona euro. "Respetamos el resultado electoral, ha sido un signo de democracia en Grecia y en este contexto tenemos que tener en cuenta los problemas económicos que se han acumulado en el tiempo, el déficit fiscal y el endeudamiento", señaló el comisario europeo de Asuntos Económicos, Olli Rehn.
Sin embargo, cualquier partido que quiere formar un Gobierno en Grecia tiene que reunir 151 diputados sobre los 300 escaños que el Parlamento cuenta. Con 52 diputados, la coalición Syrisa tiene tarea casi imposible delante de sí.