Tokio asegura que los cinco de los nueve misiles balísticos lanzados por el Ejército de China en el marco de una serie de maniobras militares han caído en aguas al suroeste de la isla de Hateruma, en Okinawa, dentro de los límites de la Zona Económica Exclusiva nipona.
Los proyectiles han caído en un área de entrenamiento designada por China, pero que se encuentra dentro del perímetro reservado a Japón para la exploración y el uso de los recursos marinos, según recoge la agencia de noticias Kyodo.
"Este es un problema grave que concierne a la seguridad nacional de nuestro país y a la seguridad de la gente", ha reconocido el ministro de Defensa japonés, Nobuo Kishi, que ha tildado los lanzamientos chinos como una medida "extremadamente coercitiva".
Una propuesta de diplomacia
Tras esto, Tokio ha presentado una propuesta diplomática a Pekín y ha mostrado su preocupación ante los entrenamientos militares chinos, anunciados tras la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwán.
Pelosi llegó a Taiwán el martes por la noche en el marco de una visita que ha durado menos de 24 horas pero que ha levantado la polémica y ha suscitado fuertes críticas por parte del Gobierno chino, que considera la isla una provincia más bajo su soberanía.
Ataque a Taiwán
Menos de 24 horas después de la visita a Taiwán de Nancy Pelosi, la presidenta de la Cámara de Representantes de EEUU, China ha iniciado maniobras militares con fuego real alrededor de la isla. Taipéi, la capital, ha considerado esta operación como un "bloqueo" y una "violación de sus derechos", ya que además han incluido misiles de largo alcance.
Estos ejercicios se prolongarán hasta el domingo. El jueves se realizaron prácticas de tiro con artillería de largo alcance, con "múltiples tipos de misiles convencionales", frente a la costa este de Taiwán, una misión en la que los proyectiles "dieron en el blanco con precisión" y que fue "completada con éxito" según el Comando del Teatro de Operaciones del Este del EPL (Ejército chino). Según el portavoz de este comando, Shi Yi, las prácticas tenían como objetivo "poner a prueba la precisión" de los misiles y su "capacidad de exclusión aérea".
Talleyrand
China empieza a ser preocupante