La normalización de relaciones de Israel con Emiratos Árabes Unidos (EAU) y Baréin no traerá la paz a la región, aseguró hoy el presidente palestino, Mahmud Abás, tras la firma de los Acuerdos de Abraham en Washington.
"No se logrará la paz mientras Estados Unidos" e Israel "no reconozcan el derecho del pueblo palestino a establecer un Estado independiente" en las fronteras de 1967, cuando comenzó la ocupación israelí de los territorios palestinos, vigente hasta hoy.
El "principal problema no es" entre estas dos monarquías del golfo y las autoridades israelíes, "sino con el pueblo palestino, que sufre bajo la ocupación", agregó Abás en declaraciones recogidas por la agencia oficial de noticias Wafa.
También advirtió de que no permitirá que nadie hable "en nombre" de los palestinos, y condenó los "intentos de eludir" a su liderazgo para tratar cuestiones que les incumben.
La normalización de lazos de Israel con EAU y Baréin cayó como un jarro de agua fría sobre los líderes y las facciones palestinas, que no estaban al tanto de su acercamiento, un proceso que medió y facilitó la Administración estadounidense de Donald Trump.
El presidente norteamericano auspició hoy la solemne ceremonia en la Casa Blanca que culminó con la firma de los Acuerdos de Abraham, un paso que refuerza la posición de Israel en Oriente Medio, donde hasta ahora solo mantenía relaciones diplomáticas oficiales con Egipto (1979) y Jordania (1994).
Trump auguró que su Gobierno mantiene negociaciones avanzadas para que "otros cinco países" árabes sigan el camino de EAU y Baréin y normalicen sus relaciones con Israel.
Este es un escenario que el liderazgo palestino quiere evitar. Considera el acercamiento con las autoridades israelíes como "una traición" y un golpe a la solidaridad entre los Estados árabes.
También denuncia que contradice la Iniciativa de Paz Árabe, que condicionaba el reconocimiento a Israel cuando este país acabase con la ocupación y firmase un acuerdo de paz con los palestinos.
Cisjordania y Gaza registraron hoy manifestaciones pequeñas de rechazo a los pactos con Emiratos y Baréin.
Mientras los acuerdos se firmaban en Washington, milicianos de Gaza lanzaron dos cohetes a Israel, lo que analistas interpretaron como un mensaje de rechazo a la normalización.