Internacional

Ni "guerra" ni "degradación": ¿qué está pasando realmente entre el Papa y el Opus Dei?

El cambio de algunos aspectos de la Iglesia que afectan al Opus Dei ha hecho que muchos hablen de "guerra" entre el Vaticano y la Obra. Pero lo realidad no se ajusta a ese término

  • El Papa Francisco junto al Prelado del Opus Dei, don Fernando Ocáriz -

El año pasado el Papa Francisco empezó a tomar una serie de decisiones (enmarcadas en la reforma de la Constitución Apostólica Ut si) que afectan de manera directa al Opus Dei, el movimiento de la Iglesia fundado por San Josemaria Escrivá de Balaguer en 1928, también conocido como la Obra. Y esta 'adaptación' de algunos puntos está llevando a que muchos hablen de "guerra" entre el Vaticano y la institución.

Pero lo que realmente está suciendo no es calificable como 'guerra' o como 'degradación' desde el punto de vista de la estructura eclesiástica: el Papa no tiene nada contra el Opus Dei y el Opus Dei no tiene nada contra el Papa. Al contrario. Como ha expresado el vicario del Opus Dei en España, don Ignacio Barrera, en una carta a ABC a modo de respuesta por el artículo publicado por el columnista Salvador Sostres, "el Opus Dei está y estará siempre unido al Papa y a los obispos en comunión con él y nos duelen las ofensas que se le hacen, como las que se vierten en el artículo".

Desde la óptica puramente de derecho conónico, lo que se está produciendo son una serie de cambios, liderados por Francisco, que busca una renovación de la Iglesia. Y los cambios a veces generan crisis, como esta que está teniendo lugar, en la que no cabe duda "de que el Opus Dei está viviendo un proceso de adaptación". Al ser una institución tan particular (es la única prelatura personal de la Iglesia y por esa esencia siempre ha contado con una serie de características distintas a otros movimientos), los cambios los está sufriendo más y en solitario, porque no hay otro movimiento igual. Pero "no hay", en este caso, "ningún tipo de enfrentamiento entre la Obra y el Papa". "Son temas de cómo se conciben las cosas, no un tema de que nos quiera perjudicar", cuentan a este periódico fuentes de la institución eclesiástica.

Los cambios que pide el Vaticano al Opus Dei

Son dos las 'reformas' que ha exigido Francisco a la Obra, una consecuencia de la otra. El verano pasado, el Sumo Pontífice dio el primer paso. Entonces, el Papa publicó un motu proprio, el 'Ad charisma tuendum', un texto con el que se modificaron algunos artículos de la Constitución Apostólica Ut si. En él se establecía que las competencias en materia de prelaturas personales (el Opus Dei es la única prelatura personal de la Iglesia católica, por lo tanto sólo le afecta a él) se transferían del Dicasterio de los Obispos al del Clero. Y que el Prelado del Opus Dei ya no es obispo.

¿Qué implica esto? Básicamente, que ahora están encuadrados en otro dicasterio, un órgano que puede compararse con los distintos ministerios que conforman un Gobierno. Los cambios en la práctica son que el Prelado tiene presentar cada año un informe acerca de la situación de la Prelatura y del desarrollo de su trabajo apostólico, y no quinquenalmente como lo hacía antes.

Por otro lado, el hecho de que el Prelado (en esta ocasión don Fernando Ocáriz) ya no sea obispo no afecta a los fieles de la Obra. El objetivo era "reforzar la convicción de que, para la protección del don peculiar del Espíritu, es necesaria una forma de gobierno basada más en el carisma que en la autoridad jerárquica". De hecho, para la estructura de la institución es un cambio secundario que su cabeza sea obispo o sacerdote. El Beato Álvaro del Portillo era prelado sin ser obispo. Lo mismo ocurre hoy con Monseñor Fernando Ocáriz. Es cierto que los motivos de esta modificación tan concreta no son claros, pero todo "apunta" a que se trata de una reestructuración para que los sacerdotes dependan del Vaticano y no de la Prelatura.

En su momento, cuando las dudas asaltaron tanto a los miembros de la Obra como al resto de movimientos religiosos, la propia Prelatura explicó que "el cambio se sitúa en las relaciones de la Prelatura con la Santa Sede. El Motu Proprio no introduce directamente modificaciones en el régimen de la Prelatura, ni en las relaciones de las autoridades de la Prelatura con los obispos".

También entonces Monseñor Ocáriz se pronunció al respecto, y explicó que "se trata de una concreción de la decisión del Santo Padre de encuadrar la figura de las prelaturas personales en el Dicasterio del Clero, que aceptamos filialmente". Fueron por tanto una serie de cambios que supusieron un 'terremoto' en el seno del Opus Dei pero que no implican, como reflejan las palabras del Prelado, una guerra entre la Obra y el Vaticano.

Hace unos días llegó la segunda modificación, como consecuencia de la que Francisco realizó en agosto de 2022. Esta ha sido más dura y la Obra todavía está viendo cómo afecta a su configuración jurídica, pero Ocáriz aseguró enseguida que "acogemos con sincera obediencia filial estas disposiciones del Santo Padre". La modificación es sobre los cánones 295 y 296 del Código de Derecho Canónico y establece que la Prelatura queda insertada en "las asociaciones clericales públicas de derecho pontificio con facultad de incardinar clérigos".

También se establecen cambios de cara al papel del Prelado, que queda reconvertido en "moderador" con "derecho a erigir un seminario nacional o internacional, así como a incardinar estudiantes, y a promoverlos a las filas con el título de servicio de la prelatura". Estos cambios se tratan de un ajuste más de la Constitución Apostólica 'Praedicate Evangelium' y tienen más que ver con modificaciones especializadas del derecho canónico, enmarcado en una renovación de la Iglesia, que con una lucha personal entre Roma y la Obra.

Por ahora, el Opus Dei está estudiando qué suponen estas modificaciones, pero tiene claro que no hay ninguna intención de 'degradar' de ni hacer la 'guerra' por parte del Papa Francisco, como han asegurado en repetidas ocasiones a través de comunicados.

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