En Venezuela se puede buscar papel higiénico peregrinando de supermercado en supermercado, recibiendo un chivatazo de un amigo y, desde que José Augusto Montiel se hartó de patear calles y calles, a través de 'Abastéceme', una red social que se descarga como aplicación en teléfonos inteligentes.
"Buscando papel higiénico, por favor espere", indica el navegador si uno rastrea ese producto en la aplicación, que también permite discriminar la búsqueda por precios regulados y no regulados, entre otras opciones.
Este joven de 21 años, estudiante de la Universidad Rafael Urdaneta de Maracaibo (oeste), donde está a punto de graduarse como ingeniero químico, venía sufriendo como el resto de los venezolanos la escasez de productos que vive el país, pero una semana sin café con leche fue demasiado para él.
La aplicación también permite discriminar la búsqueda por precios regulados y no regulados
"Se me ocurrió porque como a la mayoría de los venezolanos siempre nos gusta empezar nuestro día con una taza de café con leche (...) por una semana no hubo leche y yo no tenía cómo tomar un café y sentí una frustración que no era nada normal", indicó por teléfono a Efe Montiel desde Maracaibo. La falta de leche y sobre todo el recorrido que sus padres y sus amigos tenían que hacer por los supermercados cada vez que querían comprar algo llevó a Montiel a sacrificar sus madrugadas para, en paralelo a sus estudios, desarrollar una aplicación que ya ha sido descargada más de 6.000 veces y permite ubicar en el teléfono los productos buscados.
"Abastéceme", de momento habilitada en formato Android -aunque el joven trabaja en una versión para Blackberry y otra para utilizarla a través de la web-, permite al usuario encontrar azúcar, leche, arroz y otros productos de consumo básico en un mapa de Google que ubica el supermercado con el artículo en cuestión. La información es subida por los usuarios de la red social y compartida de forma que cualquier persona pueda encontrar en un mapa el producto, en un rango de uno, cinco, diez o incluso 100 kilómetros si uno tiene mala suerte.
Se trata de ofrecer un servicio público
"Se trata de hacer un servicio público, no estoy teniendo ningún beneficio económico, solamente la satisfacción de hacerlo", indicó y agregó que está desarrollando la aplicación por Internet para aquellos que no tienen acceso a un teléfono inteligente. Montiel indicó que "Abastéceme" se volvió una aplicación "viral" el día 3 de junio, cuando se produjeron más de mil descargas, y ya tiene un tráfico que ha llegado a las seis solicitudes de información por segundo.
"Se me ocurrió porque una semana no tenía cómo tomar un café con leche"
La falta de productos de consumo básico es crónica en Venezuela, donde el Gobierno maneja un "índice de escasez", pero en las últimas semanas se ha hecho más aguda en sectores como el alimentario o el de productos de aseo. El Gobierno llegó incluso a anunciar la importación de 50 millones de rollos de papel higiénico para que, en palabras del ministro de Comercio, Alejandro Fleming, "nuestro pueblo se tranquilice y comprenda que no debe dejarse manipular por la campaña mediática de que hay escasez".
La falta de oferta es uno de los elementos que condiciona significativamente el índice de inflación en Venezuela, que en los primeros cinco meses del año acumula un 19,4% y que sólo en mayo vio como los productos alimenticios subían un 10%.
El Ejecutivo de Nicolás Maduro, que también anunció la adquisición de 760.000 toneladas de alimentos para paliar el "desabastecimiento agudo", atribuye la escasez a un plan de la oposición, que acapara y hace desaparecer productos, aunque admite que la falta de productividad y la dependencia de las importaciones es consecuencia de la política rentista del petróleo.
Sin embargo, los sectores empresariales y también la oposición política la consideran consecuencia de políticas como el control de precios y de cambio, que dificultan el acceso a las divisas y disuaden la inversión en el país. Mientras el Gobierno y el sistema económico socialista resuelven el problema, Montiel, que además es violinista en el Sistema Nacional de Orquestas, una de las joyas de Venezuela, sigue trabajando para perfeccionar su aplicación como una contribución social real.