Aperitivos, montaditos, tapas, dulces… Hay algo infinitamente satisfactorio en el picote entre horas. Sin embargo, para desgracia de la mayoría, darse estos caprichos es de lo que más fomenta el aumento de peso. De hecho, un estudio publicado recientemente en la revista Hepatology asegura que el 27% de la ingesta de la gente joven tienen un alto contenido en grasa y azúcar.
Para que esto no ocurra, pero tampoco prescindir de los snacks que tanto nos gustan, hay una serie de consejos healthy que podemos seguir para picar con elegancia e incluso, adelgazar:
1. Fija una hora: según un estudio publicado en el Journal o the American Dietetic Association, la mejor opción es fijar la hora de la merienda, ya que por la tarde, los aperitivos se relacionaron con una ingesta ligeramente mayor de fibra, frutas y verduras que durante la mañana.
2. Juega con los colores: puede parecer una tontería, pero investigadores de la Universidad de Pennsylvania y de la Universidad de Cornell consideraron que las personas que segmentan su almuerzo o su merienda por colores comen la mitad que los que se decantan por un picoteo de color uniforme.
3. Asegura las proteínas: de esta forma, será más fácil quemar las grasas y los carbohidratos, mientras que el efecto saciante será mayor. Una buena alternativa es el yogur griego, que cuenta con el mayor contenido en proteínas y nos mantiene llenos por más tiempo.
4. Recurrir al “truco del zurdo” (o al revés si se es diestro): un estudio recogido en el Boletín Diario de Personalidad y Psicología Social establece que comer con la mano no dominante hace pensar sobre lo que se está haciendo y puede ayudarnos a comer menos.
5. Utilizar recipientes pequeños: engañar al organismo a través de la ilusión visual puede ser una buena opción para obligarte a ingerir una cantidad menor. También se debe evitar comer directamente de la bolsa o el cuenco del producto.
6. No dejarse llevar por lo “light”: solo porque algunos snacks se comercialicen como “bajos en grasas” no significa que sean buenos para nuestra dieta. Además la etiqueta puede convencernos de tal manera que al final picamos más entre horas que si elegimos un solo producto.