M50, como se denomina popularmente el distrito del arte de Moganshan Lu, se encuentra junto al Canal de Suzhou, en el distrito de Putuo, en la orilla de puxi (la del oeste) del río Huangpu. Hoy es una zona tranquila y residencial, bajo la sombra de las inquebrantables bulldozers a la espera de recibir órdenes para echar abajo todos los muros y reconstruir el lugar. El núcleo de este creativo rincón de la ciudad es el antiguo complejo textil de Chunming Slub Mill. La producción que no pudo frenar la invasión japonesa, la guerra en el Pacífico y los años de la Nueva China lo hizo la burbuja inmobiliaria. El cese de la actividad y el lapsus de tiempo que se prolonga desde 1999 mientras las palas cavilan si ponerse o no en funcionamiento ha sido aprovechado por jóvenes artistas para ocupar este espacio y transformarlo en estudios y en viviendas, regalando al vecindario un oasis de cultura.
El día menos pensado este oasis de cultura puede desaparecer continuando la obra de los especuladores.
A medida que se deja atrás el Templo del Buda de Jade los muros van mudando a lienzos que recogen los sentimientos coloridos en forma de grafitis de los inquietos vecinos de la zona. Las grúas cargan y descargan sin parar en solares que parecen haber sido visitados por Atila y su caballo. Entre torres de apartamentos que simulan colmenas donde se concentran familias de un hijo único la vida en Moganshan Lu se sucede tranquila mientras se consume como el cigarro que fuma el obrero que descansa junto a una boca de riego igual que las de Londres.
Entre bohemios, artistas, turistas, curiosos, viajeros y despistados se cuela un hombre que recoge botellas de plástico y carga en un gran saco a su espalda o una mujer que pedalea un carro que hace las veces de puesto de comida. De fondo se oye un soplete, un martillo chocando contra una superficie que hace resistencia, palabras inconexas para el laowai (extranjero en chino mandarín) y un taxi que circula despacio esperando que algún transeúnte le dé el alto.
De espacio industrial a 'hub' artístico
El M50 Suzhou Creek Soho Loft, más modesto, tiene similitudes con el distrito artístico 798 de Beijing. La realidad que es hoy el panorama artístico que se aúna en Moganshan Lu comenzó en el año 2000 cuando jóvenes artistas en ciernes como Xue Song, Zhou Tiehai, Ding Yi y Xu Zhen, atraídos por los bajos precios del alquiler en aquel abandonado espacio industrial, instalaron sus viviendas-estudios. En menos de una década los nuevos inquilinos transformaron las fábricas y los almacenes abandonados y en desuso en galerías, talleres, estudios de diseño y otros tipos de negocios relacionados con el arte y la cultura. Hoy, artistas de la talla de Zhou Tiehai y Ding Yi conservan sus estudios en Moganshan Lu y si se tiene suerte se puede disfrutar del proceso creativo de sus obras en tiempo real.
Artistas y estudios occidentales, encandilados por el potencial del mercado chino, no han perdido la oportunidad de instalarse aquí.
Una de las galerías más antiguas y representativas de M50 es ShanghART, puesta en marcha por el suizo Lorenz Helblin. Con su llegada a Shanghai el arte moderno chino comenzó a generar una ola en Berlín, Venecia y en París. A su vez, en la ciudad que fue La Puta de Asia, en torno a los años ochenta se dio un florecimiento de la cultura en torno a un grupo de galerías en Taikang Lu, el Bund y, recientemente, en Wujiaochang. Desde entonces artistas y estudios occidentales, encandilados por el potencial del mercado chino, no han perdido la oportunidad de instalarse aquí. Países como Inglaterra, Francia, Italia, Suiza, Israel, Canadá y Noruega cuentan con sus propios estudios de diseño.
A pesar de las oportunidades que genera el arte. A pesar del cambio que ha experimentado el barrio. A pesar de ser un foco de atracción y donde muchas miradas apuntan a Moganshan Lu o El M50 Suzhou Creek Soho Loft, la sombra de la amenaza de las palas de las excavadores es latente y el día menos pensado este oasis de cultura puede desaparecer continuando la obra de los especuladores.