“…Que no hay en la vida nada como la pena de ser ciego en Granada”. Así reza este piropo a la ciudad de la Alhambra, nacido del poeta mexicano Francisco Asís de Icaza y estampado en el muro al pie de la Torre de la Vela. Razones no faltan para tal declaración de amor. Granada es bella por naturaleza, porque así lo quiere su perfil moruno con el marco blanco de Sierra Nevada, por los secretos que guarda el Albaicín en su maraña de callejuelas y también, claro, porque es suyo el monumento más visitado de España.
Pero la ciudad andaluza brilla además con luz propia al calor del arte de las tapas, esa buena costumbre de alegrar las cañas o el vino con un generoso aperitivo. No hay lugar igual para tal festín, que va más allá del placer gastronómico para encerrar también el mejor ambiente.
Por fin, Alta Velocidad
Este año Granada pisa fuerte. La prevista llegada del Ave (con el nuevo flujo que ello implica) ha llevado a la ciudad a reinventar algunos de sus atractivos. Empezando por el culinario. Tapas, sí, igual de ricas y abundantes que siempre, pero también nuevas propuestas como la de Sibarius donde sus fogones mediterráneos contemplan la fusión con cocinas como la nikkei, la oriental o la peruana.
Un poco de música… ¿clásica?
La cultura, que en Granada se escribe con mayúsculas, también está llamada a ser otras de sus grandes bazas. Especialmente en el terreno musical, donde la Orquesta Ciudad de Granada, una de las pioneras del país, pondrá en marcha una jugosa agenda de actividades dirigidas a captar a los jóvenes. Prueba de ello es el concierto From Bach to Radiohead, que tendrá lugar el próximo junio.
Emblema de la historia
A cargo también de esta orquesta estará el recital incluido en la milla de oro cultural, el paquete que ha diseñado la ciudad para una escapada completa. Un programa que incluye, además del concierto, la visita a la Fundación Rodríguez-Acosta, el recorrido guiado por el Museo Manuel de Falla y la experiencia inolvidable de alojarse en el en el mítico Alhambra Palace.
Auténtico icono de Granada, este hotel emplazado en la ciudadela de la Alhambra e inspirado en su propia imagen, es testigo de la historia y del desfile de personajes célebres. Fue aquí donde Lorca presentó la primera edición del Cante Jondo, donde han dormido los últimos cuatro reyes de España y donde el glamour de Hollywood se hizo un hueco en su época más gloriosa. En sus lujosas suites se han alojado personajes tan dispares como el Dalai Lama, Orson Welles, Glenn Ford, Rafael Alberti, Eva Perón o Brad Pitt.
A pie, sin prisas
Más sencillos, pero sin perder la esencia andalusí, son los tres hoteles del Grupo Dauro, en los que a sus cómodas instalaciones y su excelente servicio se suma una ubicación céntrica, ideal para perderse en la ciudad. Porque es así como debe conocerse Granada, despacio, descubriendo sus mágicos rincones de siempre…
El cogollo monumental del centro, con la Catedral y la Capilla Real donde descansan los restos de los Reyes Católicos, Juana la Loca y Felipe El Hermoso. La esencia gitana del Sacromonte y sus famosas cuevas flamencas. Las huellas judías del barrio de Realejo. El nostálgico Paseo de los Tristes a la orilla del río Darro. Y ya en las alturas del Albaicín, el irrepetible Mirador de San Nicolás donde la Alhambra regala cada día uno de los atardeceres más bonitos del mundo.