Es un lugar tan discreto que pocos saben que sirve de emplazamiento a uno de los hoteles más acogedores de la geografía portuguesa. El valle donde está enclavada la quinta do Rio Touro, regado por el pequeño río que la da nombre, parece un accidente de la naturaleza. Las tres hectáreas que se disponen alrededor del alojamiento aseguran el esparcimiento de los huéspedes y están repletas de una exuberante vegetación de naturaleza subtropical, que otorgan un tono exótico al alojamiento.
A pesar de ser una edificación nueva, uno tiene la sensación de que esta quinta lleva siempre en este lugar, desde los tiempos de Camoens, gracias a ese tono exótico que le da la vegetación que la rodea y que la hace distinta. Y en su interior, parecen mezclarse distintas culturas del mundo. Y es que su propietario, D. Fernando, que compró la quinta en 1994, fue uno de los más destacados embajadores portugueses, por lo que la casa está llena de recuerdos de su paso por ciudades como Madrid, Nueva York, París y Tokio.
Básicamente, son dos casas las que tiene la quinta. La Casa Principal alberga cuatro suites-habitaciones, con nombres tan sugestivos como Azenha, Açoteia y Dai-Nippon, mientras que la Casa das Hortas tiene otras cuatro suites que se pueden alquilar para familias completas o grupos de amigos. Todas ellas se caracterizan por tener unas impresionantes vistas del océano y del jardín.
Un entorno natural
La biblioteca personal del propietario sorprende a los espíritus más inquietos y ávidos de lectura. Sin embargo, aquí lo que sobresale es la naturaleza. Por eso, en el jardín crecen árboles frutales y hortalizas libres de pesticidas, de forma orgánica. Al mismo tiempo, miles de limas, pinos, manzanos, melocotoneros y naranjos rodean la piscina, diseñada siguiendo los cánones tradicionales de los tanques de riego, y a la ruta de 3 kilómetros creada para hacer jogging dentro de la propiedad. Y como todo aquí es tan natural, está prohibido fumar.
El entorno es también su valor añadido. Las estrechas carreteras y caminos nos introducen poco a poco en el Parque Natural de Sintra-Cascais. Estamos entre la sierra y el mar, donde los caminos serpentean ascendiendo los montes tan pronto como se acercan hasta el océano. Conforme nos vamos acercando, al fondo, vemos cómo vigila el convento de la Peninha, y las vistas son impresionantes: desde la barra del Tajo y Cascais hasta la línea costera que lleva al Cabo da Roca, el punto más occidental de la Europa continental. Un lujazo a precio muy razonable.
FICHA
Nombre: Quinta do Rio Touro.
Ubicación: Colares, Portugal.
Dirección: Azoia. 2705-001
Tlf: 00 351 219 29 28 62
Fax: 00 351 219 292360
Página web: www.quinta-riotouro.com
Precios: 100 Euros.