Gestionar Radiotelevisión Española tras la dimisión de José Manuel Pérez Tornero como presidente ha sido una misión complicada. Una mayoría de los consejeros se ha opuesto a varios de los nombramientos propuestos por Elena Sánchez y se ha posicionado en contra de las decisiones que ha puesto encima de la mesa del órgano de gobierno. La audiencia ha mejorado y el presupuesto es el mayor de la última década, pero las turbulencias en las salas de mando han generado una situación muy complicada en este medio de comunicación.
Moncloa concedió a Sánchez poder ejecutivo el pasado octubre cuando modificó los estatutos sociales de la corporación -tras la caída de Pérez Tornero- para posibilitar que una presidenta provisional -que no fue elegida por el Parlamento para este puesto- pudiera ejercer con 'ordeno y mando'. El ministro de la Presidencia, Félix Bolaños, y el secretario de Estado de Comunicación, Francesc Vallés, prometieron a la periodista que estaría respaldada por una mayoría progresista en el Congreso que ellos tenían ‘apalabrada’. A la hora de la verdad, esto no ha ocurrido, lo que ha situado a Sánchez en una posición muy compleja.
Tal es así que las varias fuentes del Consejo y del entorno político a las que ha consultado Vozpópuli dan prácticamente por imposible que la periodista continúe en su puesto después de las elecciones del 23 de julio, pase lo que pase en las urnas. En su entorno, ella ha confesado en varias ocasiones su desgaste y la complejidad de dirigir RTVE en las condiciones actuales.
A Sánchez le ha ocurrido varias veces, durante los últimos meses, lo que a Pérez Tornero en su última época como presidente, y es que no ha podido aprobar algunos nombramientos y proyectos por tener en su contra a una mayoría de los consejeros.
Este órgano está compuesto actualmente por nueve personas, de las que tres fueron designadas por el Partido Popular, tres por el PSOE, dos por Podemos y una por el PNV. Las diferencias entre algunos de estos vocales han provocado que algunas reuniones estuvieran cargadas de tensión, hasta el punto de impulsar a Elena Sánchez a desafiar a sus críticos a que votaran una moción de censura contra ella. La cual, por cierto, no se llegó a ejecutar.
Deslealtad con Elena Sánchez
A esto se suma que en Moncloa han recibido las quejas de alguno de los miembros del Comité de Dirección de RTVE por la complejidad que entraña gobernar la casa –detallan fuentes de Prado del Rey-, lo que ha sido interpretado en el Consejo como una deslealtad hacia la presidenta, pero también como un signo de las disensiones que existen en su equipo.
Esta inestabilidad, unida a la provisionalidad en el cargo de Elena Sánchez y a las turbulencias políticas, han comprometido su continuidad, sea cual sea el resultado de los comicios. De hecho, entre la parte progresista del Consejo de Administración hay voces que apuntan a que, si Pedro Sánchez se mantiene en el Gobierno, buscará llenar la vacante que existe en el órgano con un vocal al que designar como presidente con los apoyos parlamentarios necesarios.
En caso de que Alberto Núñez Feijóo gane las elecciones –el más probable, tal y como anticipan la mayoría de las encuestas-, los precedentes invitan a pensar a que impulsará a su propio candidato para liderar RTVE. Así lo hizo Pedro Sánchez en 2018, cuando maniobró para situar a Rosa María Mateo como presidenta provisional de la corporación. A partir de ahí, se produjeron diferentes destituciones en su organigrama que afectaron a periodistas a los que en Torrespaña y en Prado del Rey se consideraba como afines al PP.
Sorteo con bolas de bingo
Los populares se enfrentarían en caso de vencer el 23-J a otra situación compleja en RTVE, y es que los tres consejeros que designó la formación en marzo de 2021 terminan su mandato el año que viene, junto con Ramón Colom –nombrado por el PSOE- y Juan José Baños (PNV).
Eso obligaría a Núñez Feijóo a buscar nuevos perfiles para llenar las vacantes e incluso a pactar con Vox para concederle una plaza en este órgano en caso de que así lo pidiera el partido de Santiago Abascal. De momento, es un escenario que podría darse o no, pero que ha sido barajado en el seno de RTVE, en el que algunos periodistas afines al PP han comenzado a maniobrar para tratar de erigirse como cabecillas de la transición, en caso de que haya un cambio en el poder ejecutivo.
En este sentido, cabe recordar que la ley de RTVE contempla que la mitad de los consejeros elegidos en 2021 terminarían su mandato en 2024 y, el resto, tres años después.
Para seleccionar a los dos grupos de consejeros, en 2021 se optó por realizar un sorteo con bolas de bingo, que deparó que los primeros en abandonar este órgano serían los tres consejeros del PP, el del PNV y Ramón Colom. Es decir, su resultado fue especialmente perjudicial para Génova 13.
Algunos de los ‘afectados’ lamentaron la falta de garantías del procedimiento después de su celebración. Pese a que el antiguo presidente se comprometió a intentar revisar el proceso, eso no ocurrió y la previsión es que abandonen el Consejo en 2024.
Esta circunstancia añade todavía más incertidumbre al futuro próximo de RTVE, donde los altos despachos y varias sillas de su Consejo podrían cambiar de dueño este verano, en función de lo que ocurra en las elecciones y de la –improbable- continuidad de Elena Sánchez, concluyen estos informantes.
Stephen Dedalus
Conociendo a Feijoy es capaz de mantenerla.
Reliable1
"Eso obligaría a Núñez Feijóo a buscar nuevos perfiles para llenar las vacantes e incluso a pactar con Vox para concederle una plaza ..." Dado el conocimiento del medio televisivo y su intrahistoria de la que viene desplegando Vd., yo le sugiero a Abascal que lo nombre consejero. Álex Grijelmo, Miguel Ángel Gozalo, son periodistas nombrados a dedo para la agencia de noticias EFE tiempo ha y no valen la mitad que Vd. I opine so!