Es la crónica de una muerte anunciada. Los responsables de Radiotelevisión Española han esperado hasta finales de agosto para ejecutar el cambio en la dirección de su Área de Deportes que se había barruntado durante los últimos meses y que implicará la salida de Arsenio Cañada y Francisco Javier Grima como números 1 y 2 del área. Así está previsto comunicárselo oficialmente a los miembros de este departamento en las próximas horas.

Sus sustitutos serán Rosana Romero -nueva directora- y Carles González, quien ejercerá de director adjunto y de máximo responsable de Teledeporte. Con estos dos perfiles profesionales, de larga trayectoria en la casa, la corporación tratará de cerrar esta crisis.

Con esta decisión, se espera poner fin a una crisis que se inició a principios del año, cuando trascendió un caso de presunta publicidad encubierta la marca El Ganso durante las retransmisiones de los partidos de la Copa del Mundo de Catar, de fútbol. En concreto, el equipo de RTVE portó un 'uniforme' con el distintivo de ese fabricante, algo que generó en un principio suspicacias, ante las restricciones que tiene la corporación para emitir cualquier tipo de anuncio o patrocinio.

La propia presidenta de RTVE no fue capaz de explicar al detalle el motivo por el cual sus periodistas lucieron ese distintivo. Durante una comparecencia en las Cortes, afirmó que "no era una acción de publicidad ni de patrocinio".

El pasado marzo, según adelantó El Mundo, se presentó una denuncia ante la Fiscalía Anticorrupción en la que se pedía al Ministerio Público que investigara un supuesto delito de cohecho por parte del director de Deportes de RTVE y del máximo responsable de Teledeporte.

La Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) inició una investigación para determinar si se había producido un caso de publicidad ilegal -el emplazamiento de producto está restringido por ley-. Sin embargo, el pasado abril decidió no iniciar un expediente sancionador.

La polémica auditoría de RTVE

En paralelo, RTVE comenzó una auditoría interna para tratar de averiguar si existían irregularidades en la gestión del departamento de Deportes. Durante las pesquisas, se investigó la adquisición de derechos audiovisuales, la forma en la que se utilizaban; y la gestión de los recursos técnicos y humanos dentro del área, según han explicado fuentes internas.

Los responsables de la auditoría acusaron a Cañada y a Grima de dificultar el acceso a la información que solicitaban con retrasos en la entrega o, directamente, sin responder a sus peticiones. Todo ello llevó a que el Consejo de Administración tuviera que hacer un requerimiento urgente a los directivos para que colaboraran en la tarea. Y todo eso generó un apoyo mayoritario en el equipo directivo de TVE acerca de la necesidad de cambiar a la cúpula de Deportes.

La decisión definitiva se ha demorado hasta finales de agosto y tratará de justificarse en el deseo de Arsenio Cañada de apartarse de la primera línea de decisión tras unos años en los que RTVE ha emitido varios acontecimientos deportivos de primer orden, lo cual ha requerido de la elaboración de complejas coberturas, desde para el Mundial de fútbol hasta para los Juegos Olímpicos o las grandes vueltas ciclistas por etapas. De hecho, está previsto que incluso deje de presentar en los informativos.

Críticas a la gestión de sus deportes

Esta estrategia será para maquillar una destitución que se daba por supuesta en Torrespaña desde hace varias semanas. No sólo por el asunto de El Ganso y por las discrepancias surgidas con el Comité de Auditoría, sino también por el descontento que existe entre una parte del equipo de deportes con el estilo de mando de sus directivos y con determinadas decisiones, como las relacionadas con la cobertura del campeonato del mundo de fútbol femenino.

Hay que tener en cuenta que el deporte perdió una buena parte de su importancia para RTVE durante los años más duros de la crisis económica, cuando las dificultades presupuestarias obligaron a renunciar a la puja por los grandes acontecimientos deportivos.

Sin embargo, en los últimos años ese fenómeno se ha revertido, hasta el punto que la corporación ha gastado desde 2021 unos 500 millones de euros en la adquisición de derechos audiovisuales y la cobertura de los eventos.

Acontecimientos como los Juegos de Tokio costaron casi 50 millones. El Mundial de Catar, 32; y los partidos de la selección masculina de fútbol, 140.

Tanto las fuentes oficiales de RTVE como el propio Arsenio Cañada han declinado hacer comentarios sobre esta información.

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