En septiembre de 2012, mes de la Diada histórica que Artur Mas aprovechó para lanzar su desafío soberanista, el diario La Vanguardia vendía 62.606 ejemplares en los quioscos cada día. Un año después, el rotativo logra vender 46.943 ejemplares. Esto supone una caída del 25%, el descenso más alto entre los grandes periódicos impresos. No es que el Grupo presidido por Javier Godó esté arruinado, ni muchísimo menos, pero al negocio le vendría de perlas lograr dos objetivos que persigue: una veintena de licencias de radio en Cataluña y la gestión de la publicidad de la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales (TV3 y Catalunya Radio). Ambas concesiones dependen de organismos auspiciados y controlados por la Generalitat.
El Grupo Godó es uno de los competidores en el concurso para conseguir 23 licencias de radio. El pasado mayo el Consejo Audiovisual de Cataluña (CAC), sacó a concurso estas licencias de la extinta COM Radio. Hay otros muchos competidores. Pero los dos favoritos son, obviamente, Godó y el Grupo Zeta, editor de El Periódico. El CAC está controlado por miembros afines a CiU, partido de Artur Mas. Y es total el apoyo del Grupo Godó en general y La Vanguardia en particular al presidente de la Generalitat. En los últimos días, uno y otro, diario y presidente, han abogado por la moderación y el diálogo.
En segundo lugar, está el goloso negocio de la publicidad en los canales públicos catalanes. El pasado junio, la Generalitat decidió un ERE de 300 periodistas en la Corporación Catalana de Medios Audiovisuales y, ya de paso, externalizar la gestión de su publicidad. En julio, el Gobierno de CiU también anunció un anteproyecto de ley que introducirá importantes cambios en el sector audiovisual. Uno de ellos es esta externalización de la publicidad. Por comercializar los anuncios, la CCMA ingresó más de 60 millones de euros en 2012 y se calcula que recibirá unos 55 en 2013. Una vez que se superen los trámites legales necesarios, el Grupo Godó está muy bien situado, según fuentes del sector, para hacerse con la externalización.
Obviamente, resulta imposible adentrarse en los motivos por los que uno de cada cuatro compradores de 'La Vanguardia' ha dejado de hacerse con ella en el último año. Más, si cabe, teniendo en cuenta la gravísima crisis que atraviesa todo el sector de las publicaciones en papel. Pero los datos son preocupantes para el buque insignia del Grupo Godó. De ahí que en los últimos días hayan crecido los rumores sobre posibles cambios en la dirección del rotativo.
En 2012, el Grupo vio cómo descendía su beneficio en un 67% respecto al año anterior. Sus beneficios llegaron, en buena medida, gracias a las subvenciones de la Generalitat. En todo caso, la familia Godó no tiene problemas graves de solvencia. Es el grupo de comunicación líder en Cataluña. Además de La Vanguardia, está formado por Mundo Deportivo, RAC1, 8TV y otros medios, sin olvidar participaciones en Prisa.