Hoy se celebra uno de los consejos de administración más relevantes en la historia reciente de Radiotelevisión Española (RTVE). Los mandamases de la corporación abordan la aprobación de un plan de eficiencia clave para su futuro. Un plan que incluye nuevos recortes a los que obliga el Ministerio de Hacienda y entre los que destaca el cierre de Teledeporte. La tensión es máxima en el ente público. La plantilla está en pie de guerra, con varias huelgas convocadas. Y aumentan las voces tanto dentro como fuera del ente que exigen un cambio. En este contexto, el presidente de RTVE, Leopoldo González-Echenique, pasa por sus peores momentos en el cargo y, según fuentes de la corporación, medita abandonar y hasta podría anunciar su adiós en el citado cónclave.
En RTVE algunos dan por hecho que Echenique se acabará marchando porque los recortes que hoy presumiblemente aprobará el consejo son, en alguna medida, consecuencia de su fracaso en la gestión. Lo cierto es que la presión para él es asfixiante. Por un lado, no es un secreto que este abogado del Estado, que cuenta con el respaldo de la vicepresidenta, Soraya Sáenz de Santamaría, no guarda la mejor de las relaciones con el director general corporativo, Enrique Alejo, conocido por su cercanía al ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro. La pelea se ha recrudecido en los últimos días a cuenta del dinero que se destinará a RTVE en los Presupuestos Generales del Estado de 2015. Y, por otro lado, los diferentes sindicatos acaban de anunciar diferentes movilizaciones contra los recortes en marcha y contra una supuesta congelación de la partida presupuestaria. Un cóctel difícil de soportar.
Casi un rumor permanente
Las fuentes consultadas aseguran que Echenique está más apesadumbrado que nunca. Consideran que se ha cansado al tener tantos frentes abiertos. Y que el remate final han sido las dificultades para sacar adelante el plan de eficiencia y la negativa de Hacienda a aumentar la partida para RTVE en las cuentas de 2015. Otras fuentes del ente, sin embargo, insisten en que el presidente no se rinde y va a seguir en el cargo tras impulsar más recortes. Hoy se verá si unos u otros tienen razón o si confunden los deseos con la realidad.
Llueve sobre mojado, en todo caso. En los últimos meses los rumores sobre la posible marcha o relevo de Echenique han sido permanentes. Entre otras cosas porque ha habido más de una bronca sonada. Y no han faltado, todo hay que decirlo, algunas filtraciones interesadas para desestabilizar su trabajo. Todo ello enmarcado en la citada lucha política entre Soraya y Montoro. En este caso, las fuentes oficiales del Ejecutivo consultadas por Vozpópuli han dado la callada por respuesta. Eso sí, oficialmente el presidente de RTVE tiene previsto asistir este próximo martes al Congreso para explicar todos los pormenores de los recortes, así como varios asuntos polémicos relacionados con los Informativos.
Hacienda rescató a RTVE con 130 M. y los gestores de la corporación se comprometieron a una serie de recortes que tendrían que aplicar antes de que acabe este año
Pase lo que pase con Echenique, el cónclave que se reúne hoy es igualmente decisivo para el devenir de la radiotelevisión pública, que vive uno de sus peores momentos desde el punto de vista económico. Como ha ido informando este diario, Hacienda rescató a RTVE mediante una inyección de 130 millones de euros. Y, a cambio, los gestores de la corporación se comprometieron a una serie de recortes que tendrían que aplicar antes de que acabe este año. Una de las decisiones principales es el más que probable cierre de Teledeporte.
En un comunicado que se hizo público nada más conocerse el rescate de Hacienda, Echenique y compañía explicaron su política de reducción de costes en todos los ámbitos. Entre otras medidas, decían, se optimizarán los edificios del ente, bajarán los pluses al personal, se recortarán las contrataciones temporales y se reducirá la estructura de directivos. Otra cosa es cómo se conviertan esas intenciones en hechos. En el capítulo de personal, por ejemplo, hasta ahora Echenique ha ofrecido a Montoro un recorte de 50 millones de euros que ya incluye ahorros acordados en el pasado.
