En febrero de 2015, pocas horas después de que Pedro Sánchez hiciera rodar la cabeza de Tomás Gómez, El País publicó en su web un “sondeo urgente” que aseguraba que, tras la caída de este político, el PSM se había convertido en el partido con más opciones de ganar las elecciones autonómicas. El estudio, “que llegó empaquetado y sin previo aviso” a la redacción del diario, llamó entonces la atención por la sospechosa rapidez con la que fue elaborado. También sorprende ahora, toda vez que los datos que reflejaba no tienen mucho que ver con la realidad que dibujaron las urnas el pasado 24 de mayo. Su autora fue Metroscopia, una empresa que durante los últimos meses ha respaldado con sus encuestas las aspiraciones de Albert Rivera y a Soraya Sáenz de Santamaría, dos políticos que salen especialmente bien parados de los editoriales del diario del Grupo Prisa.
El último trabajo de este instituto de investigación se publicó en El País el pasado domingo e incluía una estimación de escaños y porcentaje de voto en diez provincias estratégicas, como son Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Alicante, Pontevedra, Badajoz, Valladolid, Burgos y Teruel. En el estudio, Ciudadanos era el único partido de los cuatro principales que mejoraba los resultados obtenidos el pasado 20 de diciembre e incluso adelantaba al PSOE en la capital de España. En la redacción del diario, los datos del sondeo no sorprendieron, pues entre una parte de sus trabajadores se considera a Albert Rivera como “el protegido de (Antonio) Caño”, su director.
Un reciente estudio de Metroscopia incide en que Ciudadanos es el único partido de los cuatro principales que mejora los resultados obtenidos el 20-D
Una semana antes de que viera la luz este trabajo de Metroscopia, el periódico reprodujo una encuesta en la que se observaba un crecimiento de 5,6 puntos del partido naranja, hasta conseguir el 19,5% del voto y adelantar a Podemos. En el estudio, Albert Rivera aparecía como el líder que había salido más reforzado de las negociaciones post electorales y la opción PSOE-C's, como la mejor valorada por los votantes. Ese mismo día, Juan Carlos Monedero se refería a este trabajo de la siguiente forma: “Las encuestas vienen con trampa. Y Rivera es el queso de esta trampa para ratones”.
Más allá de esta opinión, lo cierto es que la compañía presidida por Toharia ha otorgado durante los últimos meses un trato amable a la formación naranja y, al menos en el pasado, ha sobrevalorado sus opciones. En las elecciones del 20 de diciembre, consiguió 40 escaños con el 13,94% de los votos, un resultado meritorio para un partido en expansión, pero muy inferior al que vaticinaba Metroscopia. El 1 de noviembre, le situó como la segunda fuerza política, con entre 72 y 84 diputados; el 6 de diciembre, como tercera en las cinco provincias más pobladas. Y seis días antes de los comicios, le asignó 60 puestos en el Parlamento.
El 21 de diciembre, en plena resaca electoral, El País publicó un editorial en el que defendía que, a tenor de los resultados del día anterior, la mejor opción para España pasaba por la formación de una gran coalición reformista que debería estar conformada por PP, PSOE y Ciudadanos. Pese a que el partido naranja obtuvo la mitad de los escaños que los socialistas y una tercera parte que los populares, le concedió un puesto dentro del Gobierno regenerador.
El buen trato a la vicepresidenta
Albert Rivera no ha sido el único político que ha recibido un trato amable por parte de los editorialistas del periódico de Prisa durante la última legislatura, puesto que la figura de Soraya Sáenz de Santamaría ha sido “prácticamente intocable” -recuerda un veterano periodista-. Especialmente desde que en 2013 la compañía consiguiera refinanciar su deuda tras una dura negociación en la que se atribuye a la vicepresidenta un papel clave para que la banca acreedora aceptara canjear una parte de su deuda por acciones de la editora de medios de comunicación.
Uno de los mejores ejemplos del respaldo que los periódicos de Cebrián han brindado a Sáenz de Santamaría se encuentra el pasado junio, en un momento en el que aparecieron diversas noticias que aludían a que la vallisoletana vivía sus momentos más bajos en el cargo como consecuencia de un enfrentamiento con Rajoy. Entonces, Metroscopia elaboró un sondeo entre los votantes del Partido Popular en el que la vicepresidenta aparecía como la clara favorita en la carrera sucesoria del actual presidente, muy por delante de nombres como Alberto Núñez Feijóo, José María Aznar, Esperanza Aguirre o Alfonso Alonso.
El pasado verano, los responsables de El País cambiaron por completo el enfoque de una noticia que aludía al posible conflicto de intereses que supone para la vicepresidenta el que su marido, Iván Rosa Vallejo, trabaje para Telefónica. El titular que llevaba su información era el siguiente: “Justicia permite a Santamaría tratar asuntos de Telefónica, donde trabaja su marido”. El que apareció en la web del periódico decía: “Santamaría se abstiene en los asuntos de Telefónica pese a no estar obligada”.
Los dos redactores que firmaron el artículo abandonaron el periódico a las pocas semanas, descontentos con la actuación que siguió Antonio Caño en este asunto. Los profesionales del periódico lamentaron que, una vez más, los intereses del Grupo Prisa primaran por encima de la información.