La Administración de Seguridad Vial de Estados Unidos ha abierto una investigación federal contra Tesla para determinar si su sistema de conducción autónoma parcial es defectuoso tras haberse registrado cuatro accidentes, uno de ellos con un fallecido, en los que estuvieron involucrados sus vehículos, según ha dado a conocer la marca a través de escrito consultado por EP.
En concreto, lo que quieren evaluar las autoridades estadounidenses es si el sistema de Tesla es capaz de detectar y responder adecuadamente a los entornos de niebla y situaciones de baja visibilidad en la carretera.
Esta investigación supone un revés potencialmente relevante para los esfuerzos del director ejecutivo de la automovilística, Elon Musk, por posicionar a la empresa como líder en conducción autónoma.
De hecho, el empresario de origen sudafricano ha llegado a admitir recientemente que la capacidad de Tesla para desarrollar tecnología de conducción autónoma será "la diferencia entre que Tesla valga mucho dinero o valga básicamente cero".
China retrasa la conducción autónoma
Casi al mismo tiempo que ha salido a la luz esta investigación se ha conocido también que en China el Gobierno de Xi Jinping ha retrasado el lanzamiento de esta tecnología de la compañía estadounidense por problemas derivados del reconocimiento de la cartografía y la seguridad de los datos que recogen y almacenan los vehículos.
El fabricante de vehículos eléctricos cuenta con el beneplácito del Ejecutivo de Xi Jinping para probar en sus carreteras algunas de las funciones del conducción autónoma de sus coches. Sin embargo, el lanzamiento oficial se enfrenta a varios obstáculos por el hecho de que todavía no se ha aprobado ningún sistema de conducción autónoma total para su uso en carreteras abiertas, ni siquiera a los fabricantes de vehículos nacionales.
En todo caso, la compañía planea implementar este sistema en Europa y China durante el primer trimestre de 2025, aunque todavía se encuentra pendiente de las aprobaciones regulatorias necesarias, y el precio oficial de lanzamiento del sistema de conducción autónoma será de unos 64.000 yuanes (algo más de 8.300 euros) al año.
Este bloqueo se produce seis meses después de que el director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, en un debate con los principales responsables políticos del país, solicitara el consentimiento para estrenar su servicio de robotaxis en la China continental, su segundo mercado más grande después de Estados Unidos, a fin de probar el paquete avanzado de asistencia al conductor de Tesla.
El denominado sistema de conducción autónoma total de Tesla ha sido uno de los pilares clave del crecimiento de la compañía durante los últimos años, hasta el punto de hacer de la automovilística una empresa más centrada en el desarrollo de la inteligencia artificial y esta tecnología autónoma que de mejorar el chasis de los coches.
Sin embargo, a pesar de su nomenclatura, el 'Full Self Driving' no es capaz de hacer de los coches vehículos totalmente autónomos, ya que los conductores siguen necesitando estar pendientes de sentarse al volante y mantener la vista sobre la carretera, así como tomar el control del vehículo cuando sea necesario.
Desde 2016, Musk ha prometido a los inversores que Tesla ofrecerá en algún momento la tecnología capaz de hacer que los coches se conduzcan solos, aunque hasta ahora las limitaciones regulatorias y técnicas le han impedido alcanzar estos objetivos.