Un segmento inaugurado por el Nissan Juke y al que poco a poco se fueron animando visto su éxito otras marcas, las últimas en llegar Opel con el Mokka, Renault con el Captur y Peugeot con el 2008. Un nuevo segmento en alza fruto de un diseño muy atractivo y unas proporciones que, respecto a los utilitarios, permiten disfrutar de una mayor versatilidad interior.
Y ese alza se está refrendando en este inicio de año, tres primeros meses en los que las ventas de este tipo de modelos han experimentado un crecimiento superior al 120%, más de 9.000 unidades para alcanzar ya un 3,4% de cuota de mercado. Y las previsiones siguen siendo optimistas respecto a este tipo de modelos, que cumplen un doble papel por cuanto a sus dimensiones reducidas —miden poco más de cuatro metros de longitud— con las que se desenvuelven a diario en ciudad con enorme soltura se une unas aptitudes dinámicas que permiten moverse en carretera con mucha solvencia… y en algunos casos incluso fuera del asfalto.
Porque si bien pocos de ellos disponen de tracción total —sólo el Opel Mokka la ofrece en algunas versiones— todos cuentan con una altura libre al suelo algo superior a la de un utilitario y, en el caso del Peugeot 2008, cuenta con el sistema de control de tracción `Grip Control´ que garantiza una mejor motricidad en conducción por campo. Precisamente, es el modelo de Peugeot, junto al Captur de Renault, el que mayores crecimientos están experimentando, superando ambos en estos tres primeros meses las 2.000 unidades y poniendo cerco poco a poco al hasta hace poco intocable Nissan Juke.
Aún así, sigue siendo el líder en lo que va de año con algo más de 2.700 unidades seguido por el Renault Captur con 2.500 y, en tercer lugar, por el Peugeot 2008 con cerca de 2.100 unidades matriculadas.