Motor

Volkswagen Navarra, a pleno rendimiento con la nueva generación del Polo

Tras combinar la producción durante los últimos cuatro meses del nuevo modelo con su predecesor, la planta navarra de Landaben se centra ahora en la nueva generación del utilitario alemán, que fabrica en exclusiva para todo el mundo exportando cerca del 90% de la producción.

Más de un millón y medio de unidades del Polo fabricadas de la anterior generación, más de 6,5 millones desde que comenzara la producción en 1984. Las cifras de la planta navarra de Landaben hacen del Polo un modelo sin duda muy español que, desde hace cuatro meses, fabrica ya el nuevo modelo del que esperan este mismo año producir nada menos que 308.000 unidades -lejos todavía de las 353.000 unidades que llegó a producir en 2011- de las que cerca del 90% serán exportadas a los principales mercados de todo el mundo, más de 70 países. 

Un modelo que supone frente al anterior un notable avance en materia de sistemas de ayuda a la conducción, equipamiento y en una gama de motores más eficiente, para seguir siendo una de las referencias dentro del segmento de los utilitarios en el que, a pesar de ser uno de los modelos más caros, se ha mantenido el año pasado muy cerca en ventas del líder, el Seat Ibiza. Uno de esos nuevos elementos que monta de serie en todas las versiones es un sistema que frena de forma automática el coche después de un impacto con el que, según la marca, se reducen las posibilidades de que haya un segundo impacto y, si lo hay, minimiza sus consecuencias. Analiza la información recogida de los sensores de los airbags, aunque deja de actuar en caso de detectar que el conductor está acelerando al interpretar que está intentando evitar el accidente por sí mismo.

Opcionalmente, puede llevar además el «Driver Alert System», un sistema que trata de prevenir impactos contra vehículos parados o en movimiento, preparando primero el sistema de frenos y avisando al conductor con señales ópticas y acústicas de que hay riesgo de impacto y, si no reacciona, activando los frenos. Como novedad, el Polo cuenta ahora con el un control de velocidad activo que funciona entre 30 y 160 km/h. También puede llevar cámara trasera de aparcamiento y faros de leds.

En la gama de motores el nuevo Polo monta nuevas mecánicas de gasolina que se caracterizan por la baja cilindrada y elevado rendimiento, de 1.0 y 1.2 litros y potencias entre 60 y 110 CV, dejando como opciones más potentes los 1.4 TSI en versiones de hasta 192 CV, aunque este último no estará disponible hasta finales de año. También en ese momento, llegarán los pequeños motores de tres cilindros y sobrealimentados con potencias de 95 ó 110 CV. En Diesel, hay disponibles dos versiones del mismo 1.4 TDI, con 75 ó 90 CV.

El nuevo Polo recibe también modificaciones en la dirección y en la suspensión, en el primer caso mejorando el tacto para un control más preciso y más directo. En el segundo, estrena por primera vez -en opción eso sí- una suspensión con amortiguadores controlados electrónicamente. Se denomoina Sport Select (365 euros) y permite elegir entre dos niveles de dureza, Comfort y Sport.

La gama de precios varía entre los 11.200 euros del más económico 1.0 de 60 CV y los casi 18.500 euros del 1.4 TDI de 90 CV, precios en muchos casos por debajo del propio Ibiza y que sitúan al nuevo Polo como un claro referente en el segmento.

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