El presidente ejecutivo de la automovilística estadounidense Tesla, Elon Musk, ha inaugurado en China la construcción de una nueva fábrica en las afueras de Shanghái, donde producirá las versiones más económicas de su gama eléctrica, el Model 3 y el Model Y. La nueva fábrica, con una inversión de más de 7.000 millones de dólares, según la agencia estatal Xinhua en una información que recoge Efe, se construirá en tiempo récord según señaló el propio Musk durante la ceremonia para marcar el inicio de la obra, y avanzó que la empresa espera empezar este mismo año la fabricación de las primeras series del Model 3.
Según el directivo, la empresa californiana se esforzará "por convertir a la fábrica de Shanghái en una de las más avanzadas del mundo" y "adaptará los productos a las características locales con base en las necesidades del mercado chino para alcanzar mejores resultados de beneficio mutuo", en declaraciones que recoge Xinhua. En octubre pasado, la compañía confirmó que había firmado un acuerdo para asegurar el terreno durante los próximos 50 años para la construcción de la que será su primera factoría fuera de EE.UU..
El portavoz chino destacó que sólo ha pasado medio año desde que se firmó el acuerdo hasta su lanzamiento oficial esta semana, una muestra también de que las empresas extranjeras están completamente convencidas del futuro desarrollo económico de China y de la implementación efectiva de la nueva ronda de políticas de reforma y apertura del país.
"En los últimos 40 años, cada vez más empresas han aterrizado en el mercado chino y se han integrado al proceso, compartiendo dividendos", señaló el portavoz, y añadió que China espera que más compañías extranjeras lleguen al gigante asiático en el futuro.
Musk, que se reunió con el primer ministro chino Li Keqiang, declaró que es difícil imaginar que el proceso de apertura de una fábrica de automóviles haya podido realizarse en un periodo de tiempo tan breve. Tesla actualmente importa todos los coches que vende en China desde Estados Unidos, por lo que una fábrica en el gigante asiático reducirá los costes de envío y aranceles.
Podrá competir así con mayores ventajas contra firmas nacionales como BYD Auto y BAIC Group, que en los últimos años se han posicionado como las líderes del sector en un país donde el Gobierno está fomentando la compra de este tipo de vehículos como estrategia para luchar contra los elevados índices de contaminación.
En mayo pasado, Tesla anunció la apertura de una filial en Shanghái dedicada a la investigación y el desarrollo de automóviles eléctricos, aprovechando la apertura del sector automovilístico en el país. A comienzos de año, el Gobierno anunciaba el levantamiento de las restricciones, por lo que los fabricantes extranjeros ya no necesitarán tener filiales conjuntas para operar.
