Será la sexta generación del Quattroporte, una berlina de gama alta y personalidad muy deportiva que, para mediados del próximo año, estará a la venta. Mantiene en su diseño ciertos rasgos del modelo actual pero, a partir de ahí, todo es nuevo. De entrada sus dimensiones crecen,  16 centímetros más de longitud, 5 más de anchura y 6 más de altura, con una mayor distancia entre ejes, que crece en 11 centímetros. Mide nada menos que 5,23 metros de largo, longitud que le permite, junto a la mayor batalla, definir un interior de auténtico lujo, con unas amplias plazas traseras que ofrecen ahora mayor espacio para las piernas y asientos traseros  con ventilación y regulación eléctrica. El maletero gana también volumen, 80 litros, para un total de  530.

De serie tiene seis airbags, climatizador bi- zona, asientos de cuero con calefacción, faros de xenón con iluminación adaptativa —con tres modos de funcionamiento: ciudad, autopista y baja visibilidad—, programador de velocidad, cámara de visión trasera y llantas de 19 pulgadas. Puede montar un sistema con una pantalla táctil de 8 pulgadas que permite manejar el navegador, el equipo de sonido y las conexiones USB para fuente de sonido externas, así como el sistema Bluetooth para teléfonos móviles.

Más ligero, con motores Ferrari más eficientes de hasta 530 CV, el nuevo Quattroporte hará su estreno a mediados de 2013

Se comercializará con dos motores de gasolina, ambos fabricados por Ferrari, un V6 de 3 litros y 409 CV y un V8 de 3,8 litros y 530 CV, en ambos casos con cambio automático de ocho velocidades. Ambos son tracción trasera, aunque el menos potente podrá estar disponible también con tracción total.

El Quattroporte V8 acelera de 0 a 100 km/h en 4,7 segundos y alcanza una velocidad máxima de 307 km/h, mientras que la variante V6 de 409 CV acelera en 5,1 segundos  y se conforma con 285 km/h. Para  reducir consumos y emisiones, además de haber aligerado en unos 100 kilos a base de utilizar materiales como el magnesio y el aluminio, estrena un sistema denominado «Increased Control and Efficiency»  que anula la función overboost del turbo y mantiene cerradas las válvulas que hay en el escape en el modo «Sport» por debajo de 5.000 rpm y suaviza el funcionamiento del cambio, logrando de todo ello que la respuesta al acelerar sea menos contundente.

Medidas que no impiden que el Quattroporte V6 homologue un consumo medio de 10,5 l/100 km y el V8 de 11,8 l/100 km, cifras no especialmente bajas.