Hasta hace tres años a Xavi Hernández no se le conocían enemigos. Ni siquiera críticos. No sólo era un futbolista excepcional, único, sino que su carácter y educación le hacían respetado, incluso querido, casi por unanimidad en todo el fútbol español. Hasta que el huracán José Mourinho desnudó la cara oculta del centrocampista catalán.
En agosto de 2011, Iker Casillas llama a su amigo Xavi para limar asperezas y rebajar el grado de tensión que estaban alcanzando los Madrid-Barça. La versión de aquella conversación que viajó desde la Ciudad Condal hasta la capital decía que el capitán madrileño le había pedido perdón al centrocampista catalán. La bola creció de tal manera que desembocó en la rocambolesca concesión a ambos del Premio Príncipe de Asturias de los Deportes 2012 por "simbolizar los valores de amistad".
Mourinho y parte del madridismo no opinaron lo mismo que el desnortado jurado de los galardones asturianos. De hecho, le pusieron la cruz al portero por aquella filtración que años después se ha demostrado falsa. O, como poco, muy tergiversada. Porque tanto Iker como Xavi ha acabado confesando que durante el diálogo nadie pidió perdón a nadie. Al contrario, fue una charla tensa en la que aclararon muchas cosas directamente, sin intermediarios.
Si Iker no desveló nada y la charla fue entre dos, sólo hay una persona sospechosa de urdir tan dañina falacia. Xavi no sólo salió indemne de todo aquello, sino que quedó como el bueno de la película. Como una persona sin rencor, generoso con un amigo por encima de rivalidades y magnánimo. Y quizás ese ha sido su error. El de Terrasa se ha sentido admirado por todos, ha bajado la guardia y ha tenido deslices que dibujan una personalidad no tan candorosa e ideal.
El primer y reiterado patinazo de Xavi fue, literalmente, sobre el césped. Lo malo no es que se haya quejado varias veces de las condiciones –altura, sequedad, irregularidad…- del césped de algunos estadios, sino que sólo lo hizo después de un mal resultado. Las críticas, muchas en forma de bromas y chistes, persiguen desde entonces a Xavi ‘el jardinero’.
Con todo, el episodio más grave en esa caída de la popularidad de Xavi Hernández no fue culpa directa del jugador catalán. Fue Toni Grande, ayudante de Vicente del Bosque en la selección española, quien puso en la diana al de Terrasa.
"Es verdad que hemos tenido algunas divergencias en un momento determinado con Xavi –desveló Grande-. No puede callarse. Nos dijo que le interesaba jugar más con uno o con otro. Nunca fueron imposiciones, sino conversaciones para buscar un beneficio. Él creía que ese beneficio era el mejor, pero no era nuestra idea”. Lo que les faltaba a los crecientes críticos del futbolista catalán.
Estas declaraciones desataron las especulaciones sobre los nombres de esos futbolistas que, presuntamente, pretendió vetar Xavi en la selección. Los principales señalados fueron Xabi Alonso y Fernando Torres. El revuelo fue tal que Toni Grande acabó pidiéndole perdón al futbolista del Barça… según se encargó de pregonar convenientemente el propio Xavi.
Tampoco le dejaron nada bien a Xavi unas imágenes ‘robadas’ mientras esperaba a ser entrevistado en Barça TV, canal oficial del club catalán, en enero de 2012, minutos después de eliminar al Real Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey. “Son la hostia, no saben perder”, comentó Hernández refiriéndose a los jugadores blancos.
Mucho se le ha recordado a Xavi eso del “mal perder” tras el clásico de este sábado. Porque el capitán azulgrana volvió a hacer una lectura muy particular del encuentro. Y, restándole méritos al buen juego del rival, resumió el fútbol de los hombres de Ancelotti afirmando que “el Madrid vive de las contras”. Ha sido la última excusa o salida de tono de un futbolista que era un referente del deporte español y se ha convertido en repelente para muchos.