Hay que ser Ramón Tamames para atreverse a una exhibición pública a los 90 años menos siete meses y hacerlo ante un parlamento donde nada, empezando por los diputados, tiene nada que ver ni con su generación ni con su cultura ni con la época en la que ha vivido este hombre. Incluso su egolatría carece de la desvergüenza con la que han tejido su currículo Sus Señorías. Como un pingüino en el desierto. Nadie, empezando por sus alentadores, se tomó la molestia de pasarle un cepillo por la americana para quitarle la llamativa caspa que le delataba. Un viejo lúcido con la pastosa elocuencia de un señor de edad demasiado harto a sus años de escuchar tonterías que envuelven ocurrencias no menos estúpidas y falaces.
Pasó con la caspa lo mismo que con su discurso; hicieron como si no existiera. Incluso, para más inri, sus enemigos lo publicaron antes de que lo pronunciara, en un alarde de supuesto éxito periodístico cuando en verdad se trató de una añagaza del poder para desinflarle sin necesidad de que dijera palabra alguna ni exhibiera la caspa delatora. Ahora que la vileza se llama servicio público nadie se dio por aludido.
Sabía dónde se metía, no por nada dedicó los últimos años de su activa y frustrante trayectoria al gremio que desprecia y alimenta, la tertulia radiofónica. Si algo llama la atención en el coro de sus enemigos, enfurruñados pero graciosetes, es la ignorancia. Histórica y personal. Los promotores de ese artilugio presupuestario que dan en llamar “Memoria Histórica” deberían al menos ponerse a ello y enterarse de cómo funcionan las herramientas. Desprecian todo lo que ignoran. y así hubo de ser un veterano como Constantino Bértolo, viejo editor, quien recordara aquel libro que Tamames publicó en 1976, “Historia de Elío”, que en la rebatiña anual que organiza la editorial Planeta casi le otorga el suculento premio. En él pueden encontrar además de una deleznable novela el retrato que un megalómano hace de sí mismo.
Tamames es inconmensurable y desde hace muchos años, quizá desde su tierna infancia como hijo de un médico famoso, no menos singular, que falleció en la gloria de sus dotes de galeno con cierta inclinación a otras pasiones que le acercaron a la tumba. Mientras que usted y yo, querido lector, abordamos los libros palabra a palabra y línea a línea, él puede pasar las páginas de esquina a esquina gracias a su aprendizaje en la lectura rápida. Quizá por esa razón llegó a la audacia de continuar La Regenta de Clarín escribiendo una segunda parte, que confieso no haber leído y menos aún intentarlo.
Formó parte de la minoría que penó desde los años 50 con detenciones arbitrarias y estancias en prisión. Sus nombres merecen un respeto aunque no figuren en la memoria histórica de la cancelación.
Ramón se identificó desde el primer momento con la lucha por la libertad y contra la dictadura. Sufrió las consecuencias y ya formó parte de la minoría que penó desde los años 50 con detenciones arbitrarias y estancias en prisión. Sus nombres merecen un respeto aunque no figuren en la memoria histórica de la cancelación. Su relación con el Partido Comunista que empezó con Javier Pradera y Enrique Múgica fue siempre a su aire y no sería hasta el tardofranquismo y muy en concreto el otoño de 1974 cuando Carrillo le incorpora a la dirección del PCE para la elaboración del Manifiesto-Programa. Una elección personal que siguió estrictamente a lo largo de su vida consistió en su despreció hacia el PSOE y muy en concreto a sus dirigentes del interior. A él se deberá la coletilla despectiva que puso a los socialistas en sus celebrados Cien años de honradez (1985). Ramón los remató con “y 40 de vacaciones”, por su escasa presencia en la lucha antifranquista.
Nunca fue buen profeta. Jamás pensó que llegarían los socialistas al poder y que Felipe González se mantendría 16 años. Se cansó de esperar y su primera aspiración en democracia fue la de alcanzar la Secretaria General del PCE, desbancando a Carrillo; una operación que tuvo como principal promotor a Carlos Elordi, el mismo que ahora ejerce de hooligan de Pedro Sánchez, ayudado por su hijo el también periodista Carlos E(lordi) Cué, portavoz de Moncloa en El País. La tentativa fracasó y Tamames lo intentó esta vez con Adolfo Suárez y su CDS; otro fiasco.
La inclinación moderna de los catedráticos hacia la política, tan frecuente, no debe ser ajena a la posibilidad de volver siempre a un puesto seguro y razonablemente pagado, a salvo de quedarse a la intemperie buscando la puerta giratoria
La inclinación moderna de los catedráticos hacia la política, tan frecuente, no debe ser ajena a la posibilidad de volver siempre a un puesto seguro y razonablemente pagado, a salvo de quedarse a la intemperie buscando la puerta giratoria. Consolidada la transición Tamames se volcó en la escritura rápida y las tertulias de eméritos hasta que llegó su amigo y colega, su semejante, Sánchez Dragó. ¿Por qué no presentarse ante España entera como político eminente, curtido en mil batallas perdidas? Que fuera Vox quien se lo propusiera no desmerecía la oportunidad. En el fondo, con ellos o con otros tendría coincidencias y desavenencias.
Para un hombre como él ni la caspa ni la piedad podían influir en su discurso, sólo le afectaría el desprecio, y apareció desde el primer minuto
Para un hombre como él ni la caspa ni la piedad podían influir en su discurso, sólo le afectaría el desprecio, y apareció desde el primer minuto. Larguísimas parrafadas de Abascal y Sánchez antes de llegar sus minutos de gloria, que ya el poder se había encargado de diluir para evitar la tentación de una sorpresa. Jugaron sobre un campo en el que había previsto estar solo, sin Vox y sin nadie. Una especie de “Ramón Tamames no se despide de ustedes”, una parodia de Jorge Semprún. En su caso cargado de sentido, como corresponde al papel de distinguido senador en representación de una Transición que buena parte de sus oyentes dan por caducada.
Fue el desdén lo que deslució el espectáculo. Cada cual se sirvió de la oportunidad que les otorgaba una puesta en escena sin par en el hemiciclo. Jamás hubieran tenido la ocasión de ser escuchados tan atentamente por millones de ciudadanos. Abascal vendió su moto; Sánchez aprovechó hasta el hartazgo su papel de repartidor de pizzas a domicilio, con Yolanda Díaz bajo contrato de telonera; los pequeños haciéndose notar en la búsqueda de un titular o un meme que los sacara del anonimato, y el PP de Feijóo contando el tiempo hasta que sonara la campana y volvieran todos a casa para reponerse del sofoco.
El de la caspa, altanero y contento a pesar de todo. Le dará para otro libro y podrá gallear de que incluso a los 90 años aún sigue sentenciando como el más agudo de los analistas y el más profundo de los políticos desde la Restauración. Carece de sentido del humor, condición imprescindible para dotarse de una salud blindada. “Me ha escuchado toda España; ya iba siendo hora”.
Termopidas
Tamames es un vividor egocéntrico... Un Groucho Marx ...Estos son mis principios, pero si no le gustan tengo otros...
Aquiles
Hay que leer el articulo mas despacio , algunos lo hacen atropelladamente ...y no comprenden lo escrito por el articulista . Aunque no sea su mejor articulo , si hay que tomar nota de lo que dicen entre renglón y renglón , gracias Mr.Morán ...una vez mas .
nidiosniamo
Buen articulo Sr. Morán,aún me duelen la quijadas de tanto reirme de la mocion de censura, la vi completa los 2 dias, lo sublime fué cuando, Tamames le responde a Sánchez, que no esta bien que se lleve un tocho y esté tanto tiempo hablando, lo que estaba diciendo el profesor, era, que a él lo dejen en paz y que le lleven la mantita y, la almohada para sestear, que lo estaban fastidiando tener que escuchar a tantos, por cierto no constestó a ningún interviniente hasta el dia siguiente, y, a todos los despachó en un plis plas, co un me parece interesante, no estoy de acuerdo, me gusta y, no me gusta, que maravilla, ni Benny Hill lo hubiese hecho mejor. por cierto alguien del foro sabe el proyecto de gobierno del profesor tamames? que proyecto de pais llevaba, de haber salido presidente? porque yo, despues de verlo los 2 dias no lo sé, bueno si, dijo que a los jovenes se les lleve al campo a trabajar para que vean lo rustico, eso si, voluntarios, de cobrar nada, con lo cual el paro juvenil, ya lo resolvia,también resolvió el problema de las mujeres, solo tenian que seguir a Isabel la Catolica, y todos sus problemas resueltos, algo es algo, de problemas mas serios como, el de las pensiones, que haría de gobernar? con los precios que haría para que nos cueste la compra la mitad? y, con la vivienda que proyecto llevaba? etc.etc. Hoy podeis comprar el discurso en amazon por 4,74 euros, ALOMOJÓ, era eso la mocion, hablar de su libro, y hacer propaganda para vender en amazón. ojala repitan otra mocion igual, que 2 dias de risas me he pegado, aunque esto es serio. En el receso le llevaron una mantita y almohada para que sesteara y, poder seguir, en algo Tamames tiene su valentia, en ir al congreso a hecharse una siestecita, haber quien le dice ahora que tiene mas valor que él.
Hispanicus
Don Goyo vuelve a las esencias; las de su rencor ad hominem contra aquéllos (mandarines) coetáneos que han alcanzado mayor vuelo intelectual/cultural que él. Yo creo que tenía guardada la necrológica para Tamames y la ha sacado extemporáneamente en un incontenible vómito de bilis negra.
Aleluyo
Desde que comenzó su colaboración en Voz Populi le había visto siempre desde cierta distancia, Sr. Morán. Le leía poco a decir verdad, por su estilo críptico característico poniendo una vela a Dios y otra al diablo para sobrevivir en el curro. Pero hoy, después de atacar al Sr. Tamames llamándole "el de la caspa" siento estupor. Como periodista, Sr. Morán, no sirve usted ni para limpiar la caspa a D. Ramón.
NormaDin
Sr. Morán, a ud. se le debe agradecimiento por lo bien que ha frecuentado o el periodismo histórico. Deje en paz a Ramón Tamames, quien no será un gran novelista pero reúne méritos sobrados en variados campos. Siendo, desde luego, comparable a Jorge Semprún, lo que no es poco.
Pontevedresa
¿Carece de sentido del humor, suelta vd. en su perorata cutre sacando algo en lo que nadie salvo vd. ha reparado, en que tenía caspa. Caspa tiene vd. mala uva y bastante veneno. La persona que ha visto la Moción sin las gafas negras que vd. porta, ha visto el abismo que media entre la vulgaridad, la grosería, la ignorancia, la mala educación la caspa mental evidente en toda la izquierda ante un nonagenario inteligente, valiente, educado y con un sentido del humor que brilló en varias ocasiones. Como comentarista no vale vd. un pimiento.
Talleyrand
Esta columna empieza a parecerse a una necrologica canalla. En lo que respecta al discurso-intervencion de Tamames en la moción de censura a Sanchez y su banda, me sorprende que el autor se fija sobre todo en el dedo y no en lo que esta apuntando con él. Y sinceramente la historia del dedo, de las uñas y de la cicatriz me importa ahora mismo dos pepinos. buenos dias.
Emilezolacuso
¡Vaya novedad! El Sr. Morán está por lo de aplicar el eutanásico ageísmo/edadismo, eso si, sólo desde lo civil. El Gobierno de España, al que los de VOX han paseado por el Tribunal Constitucional (algo que nunca haría el PP), para acabar dictaminando que incluso en España se implantó el Estado de Sitio, también fans de la misma aplicación, pero estos ya por lo de la pena de muerte: 180.000 muertos vía COVID, 60% de los cuáles debieron seguir vivos. ¡¡¡¡ Y en sede parlamentaria, para que quede grabado a sangre y oro, la autoría intelectual de quienes provocaron la Guerra Civil: El PSOE y Largo Caballero !!!! Dicho con 90 años, debe ser porque aplicó la auténtica y genuina memoria histórica.
eddo
A ver si es usted realista. Tamames estaba a favor del golpe y proceso secesionista de la Generalitat, como tertuliano en TV3 estaba a favor del derecho de autodeterminación, el referéndum, la consideración de Cataluña como nación. El aborto en casos de síndrome de down. Que le pagaron por decir eso y lo contrario. " El derecho e autodeterminación no existe" grito el martes en el congreso mientras Iván y Abascal le miraban. Que cobra por vender el discurso que se puede sacar del congreso. Que me esta contando si el metió mano en la redacción de la constitución actual y ni dios de los que la metieron eran expertos constitucionalistas, si oportunistas, en el reparto que les prometió Juan Carlos.
Clearco
Vale. Yo también, cuando empezado un libro descubro que es un pestiño, leo de esquina a esquina. Efectivamente, lectura rápida. Lo que ha quedado claro es que detesta a Tamames. Pues vale. Creo que un discurso en el Congreso vale más que una sabatina rencorosa. Tamames 1 - Gregorio Moran 0. Y ya no da tiempo a una revancha.
vallecas
Me deja frio , ni fu ni fa, no me dice (o dice) poco del discurso. Entiendo que cuando personas como usted llegan a los 80 años (casi), tienen mucho y rico pasado pero no tienen futuro. Si lo piensa, Tamames le ha demostrado que todavía se puede.