Hay mucha expectación con lo que pueda decidir Putin este 9 de mayo, “Día de la Victoria” para Rusia ya que se conmemora la derrota nazi y el fin de la Segunda Guerra Mundial en Europa. El motivo por el que en Occidente se celebra un día antes radica en el huso horario diferente: La Alemania nazi, representada por Wilhelm Keitel, firmó la rendición incondicional el 8 de mayo de 1945 a las 22:43 hora central europea, que es el 9 de mayo a las 0:43 hora de Moscú, ante el mariscal del Ejército Rojo Gueorgui Zhúkov. Se especula que ese día de 2022, aprovechando la efeméride, Putin podría dar por concluida su “operación especial” en Ucrania declarando que se han conseguido los objetivos (básicamente, controlar la franja este del país uniendo Crimea al Dombás), lo que sería, dentro de lo que cabe, una buena noticia porque se supone conduciría a una mayor limitación geográfica del conflicto. Incluso el Papa ha desvelado que el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, le contó el pasado 21 de abril durante su reunión en el Vaticano que "los rusos tienen un plan, que todo acabará el 9 de mayo".
Hay quien tiene una visión más pesimista que dice que el dirigente ruso aprovechará la euforia nacionalista de ese día para cambiar de “operación especial” a guerra, y destinar mayores recursos a la invasión de Ucrania. Al fin y al cabo, lo que por allí apuntan los medios es que el país está librando una batalla contra la OTAN dado el fuerte apoyo logístico que está proporcionando al ejército ucraniano. Igual no ocurre nada pero de pasar alguna de las dos opciones, podría cambiar mucho el corto plazo, más centrado ahora en la política monetaria de los bancos centrales que en la geopolítica. En cualquier caso, ya que hablamos de historia y de manipulación de los hechos, quiero aprovechar para comentar de la imagen equivocada que algunos venden sobre lo que ocurrió en Rusia en 1917, ya que estoy seguro que mucha gente está convencida que lo que pasó fue que los bolcheviques, liderados por Lenin, derrocaron al Zar. Y eso no refleja la realidad de los hechos.
Una gran parte del Parlamento se convirtió en oposición al Zar, oposición que creció entre el pueblo según las finanzas públicas decaían por efecto de la guerra
La Rusia zarista llevaba un tiempo de decadencia que se aceleró tras la humillante derrota contra Japón que condujo a la llamada Revolución de 1905 en la que destacó un episodio en el que, para sofocar una manifestación pacífica, soldados abrieron fuego contra civiles en San Petersburgo. Tras eso, y aunque no acabaron todas las protestas, el Zar se vio obligado a aceptar reformas, se estableció una Duma (o parlamento parcialmente elegido por votación) y una constitución en 1906 que, no obstante, seguía manteniendo el enorme poder ejecutivo del “Emperador de todas las Rusias”. La Duma se disolvió cuando Rusia entró en la Primera Guerra Mundial en 1914 aunque el Zar permitió su vuelta en agosto de 1915 si bien ignorando sus opiniones. Una gran parte del Parlamento se convirtió en oposición al Zar, oposición que creció entre el pueblo según las finanzas públicas decaían por efecto de la guerra y se empezaron a imprimir rublos sin respaldo de oro, lo que disparó la inflación.
En marzo de 1917, como pasó en 1905, volvieron las protestas masivas en San Petersburgo y esta vez gran parte de los soldados se pusieron del lado de los manifestantes. El motivo fue el hambre y el desabastecimiento, no había un componente ideológico claro. La Duma creó un Comité que exigió detener a los ministros zaristas y formó un nuevo gobierno al que invitaron al Sóviet pero éstos lo rechazaron por ser “una revolución burguesa”.
El Zar firma su abdicación el 15 de marzo de 1917 (como vemos, los blocheviques no fueron quienes acabaron con la monarquía absoluta), es detenido y confinado junto con su familia en las afueras de la ciudad. Le sustituye un gobierno liderado por Kerensky, compuesto por liberales y conservadores y sin socialistas, pero que escucha sus reivindicaciones. Por ejemplo, por deseo de éstos no mandan al Zar a Inglaterra como era deseo de Kerensky (que, no obstante, envía a la familia real a Siberia –zona monárquica- por temor a que fuera pasada a cuchillo, algo que ocurriría tan sólo un par de meses más tarde). El Zar y su familia fueron rehabilitados como víctimas de la represión bolchevique el 1 de octubre de 2008 por el Tribunal Supremo Ruso.
Lenin, que vivía exiliado en Zurich, proclama que si llega al poder sacaría a su país del conflicto europeo. Eso hace que Alemania, el más interesado en cerrar el frente oriental, le apoye
El caso es que el gobierno de Kerensky intenta una reforma política que equipare a Rusia a las democracias occidentales. Así, firma una amnistía, extiende los derechos civiles, anula la discriminación religiosa, establece la jornada de ocho horas con igualdad de derechos para las mujeres, decreta la separación iglesia/estado… pero comete un gran error cara al respaldo popular: mantiene a Rusia en la guerra sin valorar lo impopular de la medida. Por el contrario, Lenin, que vivía exiliado en Zurich, proclama que si llega al poder sacaría a su país del conflicto europeo. Eso hace que Alemania, el más interesado en cerrar el frente oriental, le apoye y permite que en abril, y a pesar de la guerra, Lenin pueda viajar desde Suiza hasta San Petersburgo. Una vez en Rusia, lleva a cabo una oposición muy dura contra Kerensky en la que la violencia es habitual.
En octubre de 1917, Lenin y Trotsky lanzan oficialmente el asalto al poder, no contra el Zar (ya asesinado como toda su familia tres meses antes) sino contra Kerensky; no contra un rey absolutista sino contra un Parlamento que intentaba convertir a Rusia en una democracia. Tienen éxito; sin embargo. Rusia es muy grande y estos hechos provocaron el inicio de una trágica Guerra Civil que se prolongó durante el doble que la nuestra, casi seis años (hasta el 30 de diciembre de 1922 no se fundó la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). Nadie sabe si hoy Rusia estaría peor o mejor si no se hubiera producido la llamada revolución, mejor llamarla 'guerra civil'. Lo importante es conocer los hechos y luego que cada uno tenga la libertad de opinar sobre ello. Por suerte, no vivimos en la URSS y hay posibilidad de hacerlo.
TABACOMATA
"Qué hay libertad de hacerlo" , como nos vende Pedro Pablo Valero ??. Nos está tomando el pelo ??. Se ha fumado algo raro ??. La realudad de la Rusia actual es otra, te pueden encarcelar por rascarte la nariz.......Estamos ??.
josito69
El zar no fue asesinado tres meses antes del golpe de estado de Lenin, sino en agosto de 1918. No tiene sentido situar su muerte durante el gobierno de Kerensky