Opinión

¿Veis como el multipartidismo no funciona?

Sánchez y Casado se necesitan para debilitar el sistema multipartidista surgido de las elecciones generales de 2015

  • Pablo Casado y Pedro Sánchez durante uno de sus encuentros en La Moncloa.

En 1968 Neil Simon logró ver proyectada en la gran pantalla su obra de teatro más querida, La extraña pareja, protagonizada por aquellos genios de la comedia que fueron Jack Lemmon y Walter Matthau. Interpretaban a dos divorciados obligados a compartir piso uno, maniático del orden, el otro un desastre; la química es tal que el espectador nunca pierde la sensación de que se necesitaban en medio del caos.  

Pues en esta hora a mí me ocurre lo mismo con Pedro Sánchez y Pablo Casado. Por más que se empeñan en rivalizar sobre en escenario en la obra ¿Quien instala el colchón en La Moncloa? -y lo acabarán haciendo cuando la pelea electoral sea tal, dentro de unos años-, no acabo de creérmelos.

Se necesitan para debilitar el multipartidismo surgido en las elecciones generales de 2015 y están haciendo de esta precampaña una especie de ¿Lo veis? ¿Veis como el multipartidismo no funciona? ¿Que los del bipartidismo eramos malos pero hacíamos que España funcionara?. Y, por lo que se está viendo en los sondeos de última hora, buena parte del electorado está empezando a comprar ese mensaje.

Controlar las instituciones

Así, Sánchez estaría trabajando, en interés propio, para que el líder del PP logre un buen resultado en las elecciones del 10 de noviembre y se afiance como jefe de la oposición frente a Albert Rivera; y Casado, que sabe que todavía le toca después de semejante debacle -66 diputados el 28 de abril-, ha bajado el listón de la bronca tras descubrir que se halla ante un escalón de su ascenso al poder... no al final de la escalera.

Les saldrá o no la jugada, pero en eso es en lo que están los dos principales partidos: en que no solo Rivera, también Pablo Iglesias, sean las víctimas propiciatorias de esta repetición de elecciones; por no aceptar, uno, investir presidente del Gobierno a Sánchez a cambio solo de una vicepresidencia social y tres ministerios en el gabinete socialista. Y Rivera por ni siquiera querer sentarse a negociar. 

Luego, la estrategia les saldrá bien o mal pero, de momento, PP y PSOE ya suman en las encuestas más de los 189 escaños de la pasada legislatura y estarían en disposición de volver a controlar las principales instituciones del Estado; el poder con mayúsculas. 

Esto último es fundamental tanto para Sánchez como para Casado. Si lo logran apartar de un plumazo a los nuevos partidos, Podemos y Ciudadanos, de la negociación, el retorno a ese bipartidismo imperfecto estará más cercano... ahora bien, de aquella España de Felipe Gonzalez y José María Aznar, incluso de la de José Luis Rodríguez Zapatero y Mariano Rajoy, ya no queda una CiU bisagra de todos los gobiernos que han sido en democracia... ¿Con quién van a pactar? ¿Con Quim Torra?  

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