Ha sido llegar a tierras almerienses, feudo tradicional de votantes de Santiago Abascal, y endurecer su discurso contra Vox. Juanma Moreno ha considerado "improbable" tener que negociar un futuro gobierno del Partido Popular con esta formación política. Lo ha dicho tras ser preguntado si estaría dispuesto a firmar de nuevo un acuerdo de medidas como el que suscribió poco antes de ser investido como presidente de la Junta de Andalucía en Enero de 2019. Cree que "Sánchez y el PSOE necesitan a Vox", en alusión a que al presidente del Gobierno le conviene que se hable mucho de este partido, así como que pueda gobernar en Andalucía con el PP, para tenerlo como coartada de su relato cuando lleguen las municipales y autonómicas.

"Esa hipótesis no se va producir porque voy a ganar con una mayoría suficiente, para llegar más lejos y más rápido, sin dedicar energías a esas negociaciones", ha expuesto el gobernante centrista sobre un bipartito PP-Vox , no sin cierto desdén hacia el partido de la derecha radical. Ya dijo este jueves en Granada que no desea "perder un año en enseñar a gobernar a partidos sin experiencia" en gestión pública.

Moreno Bonilla ha hecho estas declaraciones en una planta hortofrutícola de la localidad almeriense de Adra, dedicada al 70% a las exportaciones internacionales de sus productos. Ha sido en este punto del poniente almeriense, lugar que da trabajo a miles de inmigrantes magrebíes y subsaharianos, donde el presidente ha abogado por una "inmigración ordenada y regulada"; para que todos los procesos migratorios que se produzcan en Andalucía y en España "se hagan conforme a una legislación que tiene que ordenar, planificar e impulsar esa inmigración", ha enumerado.

"Es verdad que la población inmigrante juega un papel muy importante en el desarrollo económico de muchas zonas de Andalucía", ha elogiado para decir que "sin estos inmigrantes muchas explotaciones no tendrían viabilidad, porque los ciudadanos españoles y andaluces hay ciertas actividades económicas que ya no quieren hacer", ha recalcado el candidato del PP-A.

Frente a las medidas extremas de expulsiones a gran escala que propugna Vox, Moreno ha dicho que su modelo es estar "en el punto medio, el del equilibrio, que nosotros defendemos entre los que quieren una inmigración absolutamente desordenada, de puertas abiertas, con la que no estamos de acuerdo y los que quieren eliminar cualquier presencia de inmigrantes", en referencia última a los de Abascal.

Poco antes de pisar la provincia de Almería Moreno ya lanzaba un mensaje contundente contra Vox desde tierras granadinas, concretamente desde Almuñécar. Allí, en una entrevista a la Cadena SER, ha tachado de "incoherente" a la formación que lidera Macarena Olona en Andalucía por "querer entrar en un gobierno en el que no creen".

Tres líneas rojas a Vox

Las palabras de Moreno Bonilla se han enmarcado en ponerle, de nuevo, tres "líneas rojas" a Vox si, finalmente, tiene que gobernar o pactar acuerdos puntuales con ellos. Lo primero que les ha pedido es "respeto al Estatuto de Autonomía", dentro del "Título Octavo de la Constitución", el que recoge la regulación de las comunidades autónomas y sus competencias. La segunda línea roja atañe a las políticas de "violencia de género" a las que el Partido Popular no está dispuesto a renunciar, frente a lo que Vox llama "violencia intrafamiliar". El tercer asunto de vital importancia, ante el que Moreno no piensa claudicar, es la lucha contra el cambio climático, que la derecha ultraconservadora niega.

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