Los españoles vuelven este domingo a las urnas menos de dos meses después del varapalo que dieron a Pedro Sánchez en las autonómicas y municipales de mayo. Los electores deciden en este inusual domingo de verano que se sacó el presidente del Gobierno de la manga tras la debacle del 28-M si deroga el sanchismo o si, por el contrario, mantienen a Sánchez en La Moncloa. Las elecciones generales del 23 de julio deciden entre tres escenarios: un gobierno en solitario de Alberto Núñez Feijóo (PP), un gobierno de Feijóo con Santiago Abascal (Vox) o un Sánchez débil apoyado en un Frankenstein reforzado.
Todas las encuestas, menos el CIS, dan por segura la victoria de Feijóo. Y todas, casi sin excepción, dan por hecho que hay una suma holgada de PP y Vox que hace casi imposible que el PSOE mantenga el poder. Sánchez ha alentado en la recta final de la campaña que la remontada es posible. La política también es un estado de ánimo. Y es una táctica habitual en los partidos alentar estados de ánimo. Mientras el PSOE busca la épica, el PP -que se sabe ganador- utiliza la contraria, la del estancamiento. El objetivo es que la derecha se movilice con la misma intensidad que en mayo.
Correos, un actor político
La campaña ha sido una de las más extrañas que se recuerdan por la fecha elegida. Una convocatoria electoral precipitada para contener el tsunami del 28-M, que amenazaba con una recta final de la legislatura imposible para la coalición. El verano ha convertido a Correos en uno de los actores políticos más relevantes de estas semanas por la demanda sin precedentes de voto. Más de 2,5 millones de papeletas de los españoles que están de vacaciones.
El hito más crucial fue sin duda el cara a cara entre Sánchez y Feijóo de hace dos semanas. El debate fue un golpe muy duro para la imagen del presidente. Ha sido una campaña bronca, sin propuestas (Sánchez las gastó todas en mayo) y con un PSOE más al ataque que nunca para intentar salvar los muebles.
La realidad, a falta del dictamen de las urnas, es que cualquier actor relevante, nacional o internacional da por hecho el vuelco político en España. La realidad es que Feijóo lleva semanas diseñando su Gobierno a falta de saber si tendrá que contar o no con Vox. La realidad es que el PSOE está pensando más en qué hacer con Sánchez después de la derrota, cómo hacerlo y cuando hacerlo.
¿Epílogo del sanchismo?
El quinquenio de Sánchez, que arrancó con la moción de censura del 2018, toca a su fin. Sánchez se debate entre superar los 100 escaños o perder ese suelo otra vez. Ya le ocurrió al PSOE, con él como candidato, en 2015 y en la repetición del 2016. Sus opciones de seguir en el poder pasan por qué la suma con todos sus socios del Frankenstein; Sumar, EH Bildu, PNV, Puigdemont y compañía; alcance los 176 escaños. Algo que, a estas alturas, y tras los sucesivos revolcones que se ha llevado en las urnas, parece muy complicado.
Por su parte, Feijóo, 61 años, tiene La Moncloa a tiro en su primera comparecencia como candidato nacional. El líder del PP logró cuatro mayorías absolutas en Galicia. Y aspira ahora a una mayoría suficiente para gobernar en solitario. Feijóo tiene a su favor que, por un lado, ya aglutina todo el voto de Ciudadanos, que ha renunciado a esta cita electoral tras su desaparición del mapa político el 28-M. Y, por otro, que también está comiéndole espacio a Vox.
Los sondeos dudan bastante de que al PP le sea posible gobernar sin la ayuda de Vox. Pero también parecía imposible para Juanma Moreno en Andalucía, y sucedió. También se anunciaba una contienda más igualada en mayo, y no fue así
Sumar y Vox, a la baja
El comportamiento del partido de Abascal es una incógnita. Todo indica que Vox bajará de los 52 escaños del 2019 a costa del voto útil que se lleva Feijóo. En este camino hacia el 23-J, Vox ha tensado la cuerda en las comunidades donde es imprescindible para el pacto, especialmente en Extremadura y en Murcia.
Abascal se juega la tercera plaza electoral con Sumar, la coalición de Yolanda Díaz a la izquierda del PSOE. La campaña de Sumar ha sido errática, con propuestas extemporáneas como la de dar 20.000 euros a todo el mundo que cumpla 18 años. Y, sobre todo, Díaz se ha visto marcada por la exclusión de los principales referentes de Podemos de sus listas, sobre todo Irene Montero.
Cualquier resultado que baje de los 35 escaños de Pablo Iglesias anuncian una implosión de la macedonia de partidos que integran Sumar. Y el futuro de Yolanda Díaz, desposeída del halo que da el Gobierno, quedaría también en entredicho.
electric506
Sumar, ofreciendo dinero de todos los españoles, Yolanda eres una sin verguenza comuna. Aguileña
electric506
Correos es comprado por el Gobierno, con sus amiguismos y demas. Autocratas e impresentables.
ma
Un tío que promete peajes...
Felix14
A ver, centrito centrado de la moderación moderada, con lo que hay que acabar es con el SOCIALISMO, con los chiringuitos, las mamandurrias, las subvenciones a los que se palpan las gónadas a dos manos, con la sumisión a Bruselas, con la Agenda 2030, con la destrucción de nuestro campo y nuestra industria, con el tráfico de carne humana del inmigracionismo masivo, con el servilismo respecto a intereses foráneos, con la corrupción y el bipartidismo (valga la redundancia). Votar al pájaro galaico es seguir con MÁS DE LO MISMO. A ver si se enteran los españoles ya, leches.
Urente
Se me ha adelantado. Iba a poner "tienen lo que votan".
Jen73
De qué sirvió derogar el zapaterismo ? Exacto, de nada. Lo que hoy se decide es si derogamos todas las políticas socialistas impuestas en los ultimos decénios. No puedo más que sonreir cuando un reconocido votante de Felipe Gonzalez, hoy autoproclamado lider de la oposición, pide el votro útil para relevar al PSOE.
Norne Gaest
Estos titulares no son inocentes. Hoy no se vota entre derogar al sanchismo o mantenerlo, como aquí se dice, sino entre 1) mantenerlo (votar a la izquierda), 2) relevarlo (votar al PP), o 3) cambiar (Votar Vox). Luego está el voto nazionalista, una aberración antidemocrática y antinacional.
Situ
Si Feijo se empecina en no querer pactar con VOX y volvemos a elecciones el castigo al PP podría ser tremendo y volvería a gobernar el sátrapa a parte de tenerle aún en funciones 2 meses