El número dos del ministerio de Sanidad, Juan Manuel Moreno, declaraba en una entrevista radiofónica que la lista de medicamentos que serán excluídos de la financiación pública se debatirá en el Consejo Interterritorial que se celebra este miércoles.
El secretario de Estado de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad defendía que se trata de una medida habitual, ya que cada cierto tiempo se revisa 'el nomenclátor' con los medicamentos que se financian públicamente. "Se ha consultado a las comunidades, a los gestores sanitarios, y hoy se debatirá. Los medicamentos propuestos generan una carga de trabajo y burocrática por el mero hecho de recetarlos que es necesario aligerarla para descongestionar los centros sanitarios. De cualquier forma, los enfermos crónicos o agudos que toman estos medicamentos como parte de su tratamiento serían la excepción y podrían seguir obteniéndolos con financiación como hasta ahora", explicaba Moreno.
En su opinión, el sistema sanitario necesita una importante revisión para no caer. El problema que está surgiendo con el copago farmacéutico se centra en Comunidades Autónomas cuyo gobierno discrepa con el central. El problema sería que existe una deuda acumulada de 16.000 millones de euros, que en los dos últimos años ha subido un 173%. "Precisamente las CCAA que más pegas ponen (en referencia a País Vasco o Andalucía) están entre las que suman 750.000 facturas sanitarias sin pagar, algo que pone en riesgo el sistema".
Además, para Moreno, en el sector farmacéutico sigue existiendo un problema importante como es el de el concepto que se tiene del medicamento. Los puntos Sigre de recogida en farmacias obtuvieron en un año 3.800 toneladas de medicinas sin caducar, además de aquellas que se perdieran por el conducto de la basura. "se están buscando medidas disuasorias del alto consumo, hay que concienciarse de que está ahí para facilitar la calidad de vida pero hay que ser responsables en su uso porque consumimos más que la media europea, en parte por el valor cultural que se le ha dado y también por su gratuidad", defiende el secretario de Estado.
En esa línea están trabajando para poner en marcha una campaña de sensibilización, y se está negociando con las farmacéuticas para ver si la presentación monodósis de los fármacos sería la solución, que se vendiera sólo aquello que se necesita consumir como parte del tratamiento, algo que se recoge en el Real Decreto 16/2012. También se quiere potenciar el uso de genéricos, algo en lo que no estamos muy concienciados.
Alternativas naturales
El secretario de Estado también ha querido matizar las preguntas de la ministra de Sanidad, Ana Mato, cuando defendía una serie de remedios naturales como alternativas a los fármacos utilizados. "Existen fármacos que quedan anticuados y se pueden renovar. Por ejemplo, las lágrimas artificiales tienen el mismo efecto que la manzanilla. Hay elementos que no son fármacos que tienen el mismo principio activo y que son más abratos", argumentaba.
Por último Moreno quiso hacer referencia a otro de los puntos que estos días ocupan la agenda sanitaria: la Ley de Dependencia y su probable reforma. Para él, es una ley que salió con una motivación electoral importante en 2006, que tenía que haber sido evaluada a los 3 años y que aún no se ha hecho, y además cuenta con un sistema de atención totalmente diferenciado según comunidades autónomas.
"Tenemos el doble de dependientes severos (se preveían unos 4.700 y pasamos de 7.000) y se han detectados fallos. Hay que revisar y simplificar el proceso de valoración para dejarlo en tres grados, y adecuar la cartera de servicios en el conjunto de territorios manteniendo los criterios de ponderación. Especialmente hay que priorizar a las personas con mayor grado de dependencia, y se debe primar a los cuidadores profesionales, que eran una excepción al nacimiento de la ley y ahora son una generalidad. Todo esto hay que cambiarlo para poder ayudar a quien realmente lo necesita", sentenciaba Juan Manuel Moreno.