La creciente popularidad del Camino de Santiago trae a un gran número de peregrinos a la capital gallega. Santiago de Compostela, declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco em 1985, es víctima durante este verano de numerosos actos vandálicos por parte de ese alto número de turistas y visitantes, quienes dejan pintadas en piedras o pavimentos, que luego cuelan en las redes sociales para que se viralicen.
Desde que diera comienzo el estío se han denunciado numerosas pintadas, una de ellas que ocurrió a mediados del mes de julio, en la emblemática Plaza del Obradoiro, a los pies de la catedral, unos caminantes dejaron por escrito con un rotulador permanente: “aquí terminamos el Camino de Santiago y empezamos el nuestro", junto a la frase, se encontraban los nombres de tres peregrinos.
Otro caso es lo sucedido en la Fuente de los Caballos, en la Plaza de Praterías, donde también con rotulador permanente escribieron “A y G se bañaron aquí”.
Esta mañana, primer día de agosto, ha aparecido el mensaje "Mailena was here" (Mailena estuvo aquí), junto a un "Hola" acompañado de dos corazones, en una piedra próxima a una de las fachadas del templo catedralicio.
Sobre ello se ha manifestado la responsable de Turismo del Ayuntamiento, Míriam Louzao, que ha apelado a la concienciación tanto de los vecinos como de los visitantes sobre la importancia de respetar el patrimonio "de un Ayuntamiento como es Santiago, Patrimonio de la Humanidad".
La concejala ha señalado que desde el gobierno local buscan apelar a esta concienciación "a través de la información" y con ese fin han impulsado la campaña 'Fráxil', porque consideran que "la pedagogía es la mejor manera de conservar el patrimonio y ponerlo en valor".
Para ello, el Ayuntamiento desplegará durante los meses de agosto y septiembre informadores en las calles y repartirá 8.000 trípticos y 500 carteles con mensajes de concienciación en zonas de afluencia de turistas y peregrinos, así como en municipios limítrofes por los que pasan los Camino de Santiago. Las autoridades locales no descartan recurrir a las sanciones si se continúa dañando el patrimonio de la ciudad.
