El 18 de febrero de 2015, justo once meses antes de ordenar la detención de 13 personas, el juez Eloy Velasco rechazaba investigar la trama de corrupción alrededor de la empresa pública Acuamed. Un recurso de Anticorrupción y tres magistradas de la AN le obligaron a reabrir una causa que finalmente ha destapado el amaño de cerca de una veintena de contratos multimillonarios pagados con dinero público.

Meses después de las detenciones por el amaño de contratos en la empresa pública, la Guardia Civil aún estaba volcando el contenido de los numerosos dispositivos informáticos intervenidos en la 'Operación Frontino'. Un informe de la UCO ya alertaba en febrero que sólo de estos últimos se iban a recuperar más de 50 terabytes de información, a los que hay que sumar miles de folios intervenidos y que se han ido digitalizando para facilitar a los agentes trabajar con ellos durante la investigación.  

Juan García Cuenca, director de la Asesoría Jurídica de la empresa pública, encabeza el equipo de abogados que se opone a la readmisión de las dos trabajadores despedidas por negarse a avalar las irregularidades que ahora investiga el juez Velasco. Según fuentes de la compañía, es el que ha propiciado que se recurra la sentencia de un juzgado de lo Social que ordenaba reintegrar en el puesto a una de ellas.

Gabriela Mañueco, señalada por el juez Eloy Velasco como la mano derecha del cabecilla, Arcadio Mateo, en el amaño de contratos de la empresa pública, se ha reincorporado este martes a la compañía tras abandonar el viernes la prisión bajo fianza. El pasado 20 de abril también ocuparon sus puestos de trabajo otros dos de los presuntos implicados. Mientras tanto, el Ministerio de Agricultura batalla en los tribunales para no recolocar a dos de las denunciantes del escándalo que fueron despedidas.

El acta del consejo de administración del 2 de abril de 2014 recoge, a petición de Arcadio Mateo, el despido del directivo que destapó el escándalo "por falta de confianza". Todos los consejeros, "por unanimidad", respaldaron la propuesta del director general y jefe de la trama corrupta, sin siquiera analizar las graves acusaciones vertidas contra los altos directivos y la documentación de la denuncia, lo que se pospuso para el "siguiente consejo".