Los reyes Felipe VI y Letizia han querido convertir la primera comunión de su hija Leonor, primera en la línea de sucesión a la Corona, en un acto privado, familiar y hasta plebeyo. Así, la ceremonia ha tenido lugar en un día laborable y en el entorno del colegio donde estudia la princesa de Asturias, en vez de hacer uso de la capilla de La Zarzuela donde el propio Felipe fue bautizado. Sin embargo, las decenas de escoltas que rodeaban la parroquia madrileña de la Asunción de Nuestra Señora, en Aravaca, y las fuertes medidas de seguridad adoptadas han hecho que pareciera un acto oficial más de la agenda real.