Después de años de ensayos y fracasos, la compañía SpaceX ha logrado por fin aterrizar un cohete no tripulado, el Falcon-9, tras despagar y soltar varios satélites en el espacio. La hazaña supone todo un hito en la reutilización de cohetes, un avance que ayudará a reducir los costes de los lanzamientos y el problema de la basura espacial.