Estos comentarios han llegado después de que la Justicia imputara formalmente a Choi Soon Sil, una confidente de la presidenta surcoreana y a los exasesor presidencial, An Chong Bum y Jeong Ho Seong, a los que se les ha imputado el cargo de abuso de poder por presionar a conglomerados para que contribuyeran con fondos a fundaciones en las que estaban involucrados.
"La investigación del equipo especial concluye que hay pruebas para decir que la presidenta fue cómplice de Choi, An y Jeong en un nivel considerable", ha asegurado el Fiscal del Distrito Central de Corea del Sur, Lee Young Ryeol.
Park no puede ser imputada debido a que cuenta con inmunidad constitucional, ha señalado Lee, aunque ha confirmado que seguirán investigando a la presidenta.
De acuerdo a la Constitución surcorena, un presidente solo puede ser juzgado por casos de traición, pero la conclusión de la Fiscalía sobre la implicación de Park en el caso de corrupción ha suscitado nuevas críticas al Gobierno y los partidos opositores han pedido su dimisión.
Choi habría utilizado sus lazos con Park para medrar en asuntos de Estado, especialmente en asuntos como los discursos de la mandataria, su vestimenta o la selección de sus secretarias.
La formación de la presidenta, el gobernante Partido Saenuri, ha recibido presión después de esta polémica para reorganizar su Ejecutivo con el objetivo de apaciguar la ira pública, mientras que la oposición insiste en la necesidad de que se lleve a cabo una investigación exhaustiva en torno al caso.