El número de personas que se acreditaron para participar en la quinta edición de la Fiesta del Cine -promoción que permitía ir a las salas adheridas a la promoción al precio de 2.90€ por película-, casi iguala a la caída de espectadores que ha sufrido el cine en el último año: 1,8 millones. Ese fue el total que se registró en la Web, los que acudieron fueron 1.513.958 espectadores.
Estas cifras de la quinta edición de la Fiesta del Cine suponen un 98% más que la edición del año anterior, y un 663% más que en los mismos 3 días de la semana anterior, según datos provisionales de la consultora Rentrak. Desde que se abrió el plazo de inscripción para conseguir la acreditación en www.fiestadelcine.com a principios del mes de septiembre, 1.800.000 personas se registraron en la web.
Durante estos tres días, las 10 películas más vistas por los espectadores de la Fiesta del Cine han sido Capitan Phillips, Gravity, Turbo, El Mayordomo, Una Cuestión de tiempo, Las Brujas de Zugarramurdi, Prisioneros, Zipi y Zape y el club de la canica, Runner Runner y El Quinto Poder.
El Ministerio de cultura saca pecho: celebra la fiesta del Cine
Los datos han sido dados a conocer este jueves por FAPAE, FEDICINE, FECE y el ICAA. Sin embargo, resulta especialmente curioso que el Ministerio de Cultura respalde una iniciativa que deja, casi en mínimos, el valor de la entrada. ¿Respalda el ministerio una bajada en los precios?
Más allá de esta pregunta, toca repasar las cifras a uno de los sectores más catigados en los últimos años. El Instituto de Cinematografía y Artes Audiovisuales, que ya en la partida de 2012 había perdido un 35% del presupuesto con respecto a 2011 (de los 106 millones se pasó a los 68,86 millones), perdió en 2013 22% de dotación. En la asignación al ICAA incluía el Fondo Nacional de la Cinematografía, que experimentó un descenso del 20%.
El proyecto de los Presupuestos Generales del Estado (PGE) para 2014 ha destinado una partida 48,21 millones de euros a la Cinematografía, lo que supone un descenso del 12,4 por ciento. A eso se suma algo más: todavía espera el sector el pago de los 21 millones de euros correspondientes al Fondo de Cinematografía de 2011, cuyo desembolso –bianual- no se ha hecho efectivo todavía.
¿Quién paga la fiesta del Cine?
A lo anterior suman dos elementos más cuya relación es indirecta, pero está presente: el aumento del Iva del 8% al 21% en las entradas -el más alto de la eurozona- y el aparente estancamiento de la Comisión con representantes de los ministerios de Cultura, Hacienda, Industria y Economía, además de miembros de la Vicepresidencia y Presidencia del Gobierno, con el objetivo de sentar las bases para el estudio de un nuevo modelo de financiación del cine a partir de tres áreas: incentivos fiscales; ayudas directas e inversión en cine por parte de las televisiones.
Buscando abrir espacios, exhibidores y distribuidores desploman, por tres días, el precio de las entradas consiguiendo un efecto masivo. ¿Dónde está el acertijo en el precio de la entrada? ¿En la dramática pérdida de poder adquisitivo de la ciudadanía? ¿Puede financiarse un sector con entradas a precios irreales? ¿Quién paga esta fiesta del cine?
Ya lo dijo Enrique González Macho, el presidente de la Academia de Cine: "El precio medio en España de una entrada de cine es de 6,7 euros. Es posible que se pueda ajustar, pero no puede ser nada espectacular, porque si se rebaja un 10 por ciento hablamos de 60 céntimos, sin olvidar que el 25 por ciento son impuestos".
Según un comunicado emitidio por FAPAE en septiembre de este año, la media del coste de una entrada de cine es de 6,88 euros -dependiendo del cine esta puede subir a 9 o 10 euros-. De este modo, al precio de la entrada de cine habría que quitarle el 21% correspondiente al IVA más un 2% extra que va a parar a la SGAE. Una vez restado esto, el distribuidor y el exhibidor se reparten lo sobrante -una media de cinco euros- a porcentaje pactado. En Reino Unido hay una media del 37,5%, aquí las distribuidoras pueden llegar a pedir hasta el 60%.