El comisario Kostas Jaritos -protagonista habitual de las novelas de Márkaris- va de un lado a otro: investigando asesinatos, componendas, rebeliones, estafas. Son tiempos difíciles para este policía, pero para a su autor también. Porque, todo sea dicho, el escritor griego Petros Márkaris está cansado de hablar de la crisis. No es de extrañar. Él, a su manera, se ha convertido en su oráculo literario.
Advierte a los políticos de que "no lo saben todo" que deberían invitar a los intelectuales a participar en el debate sobre el futuro de Europa ya que "la cultura es el plato principal aunque se empeñen en tratarla como el postre". Así de directo se muestra el escritor, uno de los nombres más conocidos del género negro, quien suele visitar España con bastante frecuencia. Recientemente lo hizo para participar en el ciclo Literaktum, en San Sebastián.
"No se puede esperar una Europa mejor mediante discusiones en las que no participen intelectuales, representantes de la literatura o artistas", una participación que debe ser además "activa" y en "todos los países" como ocurrió después de la Segunda Guerra Mundial.
El autor griego cree que se requiere de un "feed back" con la intelectualidad que no existe y contrapone este anhelo con los recortes en educación y cultura que han llevado a cabo muchos gobiernos europeos a quienes recuerda que "la cultura es el plato principal y no el postre", pero los políticos "desafortunadamente no lo entienden", afirma.
Tampoco es ajeno al auge del racismo y el nacionalismo, una circunstancia que define "como una enfermedad que tiene sus efectos secundarios" y que "no solo se manifiesta en los movimientos separatistas del País Vasco o Cataluña" en los que prefiere "no entrar".
Considera que se está creando un clima de "gran nacionalismo" entre el norte y el sur de Europa, de forma que los alemanes se quejan porque tienen que transferir dinero a los mediterráneos y estos ven en sus vecinos norteños una "fuente de opresión".
Márkaris reconoce que está "cansado y harto" de hablar de la crisis y teme repetirse por lo que está seguro de que su próxima obra, sobre la que ya le rondan algunas ideas, se alejará de esta temática.
Por el momento espera concluir este mes el libro que servirá de epílogo a la trilogía de la crisis compuesta por las novelas Con el agua al cuello, Liquidación final y Pan, Educación y libertad.
El protagonista de todas ellas, Kostas Jaritos, ese "lento insoportable y anticuado" detective como su creador ha reconocido alguna vez, conforma ya un clásico de la novela negra europea, un género en el que Márkaris aprecia grandes diferencias entre el norte y el sur del continente.
Para Márkaris, la "brutalidad" es la nota que diferencia la novela negra nórdica de la mediterránea, con los detectives Jaritos o Carvallo, del que se declara admirador, a la cabeza.Los autores de novela negra del Norte tratan de mostrar mediante la exageración y la brutalidad ese aspecto de la sociedad que sin embargo en el sur de Europa ha estado presente en regímenes autoritarios y dictaduras por lo que no ve necesario trasladar más brutalidad a las páginas de las novelas.