El interés informativo del Festival de San Sebastián, que arranca este viernes y se prolongará hasta el sábado 30 de septiembre, se ha centrado en las últimas semanas en un único punto. Desde que el pasado 7 de septiembre la organización anunció la participación del documental No me llamé Ternera, en el que Jordi Évole entrevista al exdirigente de la organización terrorista ETA Josu Urrutikoetxea, la polémica no ha hecho más que crecer al levantar ampollas entre un gran sector de la sociedad, contrario a este documental que produce Netflix.
Alrededor de 500 personas, entre ellos miembros de asociaciones de víctimas, políticos o intelectuales, pidieron en una carta enviada hace unos días la retirada de este documental del certamen donostiarra, en el que está programado dentro de la sección Made in Spain. Fernando Savater, Rosa Díez, Carlos Martínez Gorriarán, Fernando Aramburu o Maite Pagazaurtundúa, entre otros, consideran que supone un "blanqueamiento" tanto de Ternera como de la banda terrorista.
'No me llame Ternera' se proyectará por primera vez este viernes y el sábado Jordi Évole presentará el documental en rueda de prensa
Sin embargo, el festival ha decidido seguir adelante sin modificar su programación y, finalmente, el documental, de 101 minutos de duración, se proyectará por primera vez para prensa y personas acreditadas este viernes a las 12.00 horas, mientras que el sábado a las 16.30 horas se celebrará la que seguramente será la rueda de prensa más concurrida, a la que asistirá el equipo de No me llame Ternera.
El director del festival, José Luis Rebordinos, ha defendido proyectar la entrevista a Josu Ternera que, según asegura, no blanquea a la banda, aunque en una entrevista ofrecida a El Correo ha reconocido el dolor que puede causar a las víctimas. Según informa Europa Press, algunos de los vallados colocados en las inmediaciones de las sedes del certamen lucen pintadas con el lema "Ternera asesino".
Festival de San Sebastián: poco glamour y muchas ausencias
Al margen de la polémica que arrastra el estreno de No me llame Ternera, el Festival de San Sebastián afronta otra dificultad con la que antes ha tenido que lidiar el Festival de Venecia: la ausencia de estrellas hollywoodienses ante la huelga de guionistas y actores de Estados Unidos. Así, el glamour de la alfombra roja del festival se verá empobrecido y los rostros conocidos se limitarán a directores de cine así como actores potentes de otras cinematografías, como el danés Mads Mikkelsen, la francesa Juliette Binoche o el británico Dominic West, así como actores españoles, entre ellos, Laia Costa.
En el caso de los premios Donostia, los galardones honoríficos con los que el certamen donostiarra reconoce el peso de una trayectoria artística, de las tres personalidades premiadas, solo una recogerá reconocimiento en una gala: Víctor Erice. El director de El espíritu de la colmena presentará su nueva película, Cerrar los ojos, y recibirá de manos de la actriz Ana Torrent el galardón.
Javier Bardem, perteneciente al gremio de actores de Estados Unidos, sin embargo no acudirá recoger el Premio Donostia, cuya ceremonia de entrega se ha pospuesto, ni tampoco lo hará el cineasta japonés Hayao Miyazaki, que será homenajeado el viernes en la ceremonia de apertura del festival, en la que de forma telemática se le hará entrega del galardón.
Una sección oficial potente
Para contrarrestar la polémica y la lluvia de críticas que le han caído, así como la ausencia de grandes estrellas de cine, es justo destacar que el Festival de San Sebastián cuenta con una sección oficial potente, con nombres de la cinematografía mundial contemporánea que han presentado en los últimos años trabajos reseñables.
Sin ir más lejos, la presencia española está capitaneada por Isabel Coixet y su adaptación al cine de la novela Un amor, de Sara Mesa, en la que Laia Costa y Hovik Keuchkerian son los actores protagonistas. Asimismo, también destacan la película de animación El sueño de la sultana (España-Alemania), dirigida por Isabel Herguera, o la corproducción con Portugal y Bélgida O corno, dirigida por Jaione Camborda.
A ellas se suman otros títulos atractivos como Fingernails, de Christos Nikou; La isla roja, de Robin Campillo; Le successeur, de Xavier Legrand; MMXX, de Cristi Puiu; The Royal Hotel, de Kitty Green; o Un silencio, de Joachim Lafosse. Asimismo, en la sección Perlas, una selección de largometrajes inéditos en España que han pasado antes por los mejores festivales de cine, destaca La sociedad de la nieve, el filme de J.A. Bayona que representará a España en los Oscar; La zona de interés, de Jonathan Glazer; Anatomía de una caída, de Justine Triet, galardonada en la pasada edición de Cannes con la Palma de Oro; o Perfect days, de Wim Wenders.
tiritando
Nada nuevo bajo el sol. Un asesino confeso blanqueado por un socialista de pro. Con la ayuda inestimable del partido que antaño se dedicaba a recoger nueces. El problema para el recogedor de nueces es que en unos meses ya no pintara nada. Nada de nada. Al tiempo.
Pelosi
No confundamos a un buen profesional del periodismo con El Follonero: éste último es un encargado de intoxicar a la opinión pública en favor de un objetivo político que encabezan Sánchez y su Banda. Es un pequeño Goebbels que bebe en las fuentes de los manuales nazis y estalinistas de manipulación de masas y goza de un presupuesto pingüe, proveído por empresarios afines. En tiempos de Franco hubiera trabajado en El Alcazar y tenido una página a su disposición a diario. El ministro Solís Ruiz (“la Sonrisa del Régimen”) hubiera sido su valedor y hubiera entrevistado a Pinochet, Hailes Selassie o Somoza con guante de seda y a Willy Brandt, Bruno Kreisky u Olof Palme con intencionada maldad siempre protegida por un halo de objetividad que los medios del Régimen se hubieran encargado de propagar. En fin, que El Follonero es una muestra más de la escoria del periodismo vendida a la política; todo régimen autoritario tiene su comunicador y él es el del Nuevo Frente Popular.
Pepepelotas
Es muy fácil, boicot al festival, a las proyecciones y a los artistas premiados, esto es libertad de expresión de la que carece este festival, prohibiendo otros documentales. Esto los de la ceja no lo dicen, eso no es de progres falsos.
SANCAD
Reír.
SANCAD
Que gobierne la lista más votada. (Floijóo, dixit) ¡Vamos, vamos, que nos vamos a reís un rato a finales de julio! Más madera para VOX.
S.Johnson
Y para que se enteren de quienes son: El cartel anunciador en autóctono, que nadie habla ni entiende, en primer lugar y con letras de mayor tamaño que el de la lengua común... y con la trampa, tienen la misma longitud para que nadie proteste y dárselas de guais y demócratas. Así pueden ver el documentar de la Ternera que ya es buey viejo con toda tranquilidad y después irse de pinchos.
Sin_Perdon
Y así se blanquea el fascismo. ¿Alguien se imagina que se emitiera en la Berlinale un documental ablandando la imagen de Goebbels?. Bueno, de hecho en Alemania están PROHIBIDOS los símbolos relacionados con el nazismo. Un ejemplo de lo que es una sociedad democrática donde los criminales no merecen más que el oprobio, el desprecio y el olvido (una vez muertos, claro). Por otro lado muy acertado el diseño del logo del certamen, el Gran Ojo que todo lo vigila, que todo lo ve, que todo lo controla,... Como en del Gran Hermano de "1984", como el de Sauron de "El Señor de los Anillos", o como el de Hal9000 de "2001, una odisea en el espacio", incluso es parecido a los hipnotizadores ojos de Brigitte Helm en su papel de robot de "Metrópolis". Estamos donde estamos aunque la mayoría siga sin querer verlo, y mira que nos lo ponen fácil.