Que los lobos no le hacen ascos al pescado se sabe desde hace tiempo. Se les ha visto junto a los osos en Alaska, atrapando los salmones que se quedan varados, y comer truchas en el parque de Yellowstone, aunque no se sabe si las atrapan vivas o se comen los animales muertos. Pero lo que no se sabía hasta ahora con certeza era que podían desarrollar sus propias técnicas de pesca y atrapar peces de forma activa en riachuelos.
“Han aprendido cómo suena el chapoteo de un pez y saben que eso significa comida. Es increíble”
En un trabajo publicado en la revista Mammalian Biology, el equipo de Thomas Gable documenta el seguimiento a un grupo de lobos salvajes en el parque nacional de Voyageurs, en Minnesota (EE.UU.) en la primavera de 2017 que les llevó a descubrir y documentar que dos de los animales de la manada ( (V034 and V046) han aprendido a capturar los peces de uno de los arroyos de la zona y que pasan entre un 43 y un 63 por ciento de su tiempo pescando. Se trata, según los autores, de “la primera descripción de lobos fuera de un ambiente costero que utilizan el pescado como fuente de alimentación estacional”.
Los investigadores descubrieron este comportamiento gracias al seguimiento por GPS de la manada. Cuando los lobos pasaban mucho tiempo parados en una zona - describen en The New York Times - los biólogos acudían a la zona para ver si se estaban alimentando y qué estaban comiendo. En esos días les vieron matar un castor y comer restos de ciervo, pero su mayor sorpresa vino cuando vieron restos de pescado que los lobos habían estad comiendo en la zona próxima al río. Los datos de posicionamiento indicaban también que los lobos pasan muchas horas en una zona junto al arroyo, de manera que colocaron una serie de cámaras trampa para ver lo que hacían los animales.
El resultado en un vídeo muy revelador en el que los lobos se quedan junto al agua en la oscuridad y esperan hasta que un pez se mueve y revela su posición. “Puedes ver cómo los lobos se dirigen de repente hacia el agua en varias ocasiones tras escuchar un chapoteo”, explica Gable. “Han aprendido cómo suena un pez que se mueve en el riachuelo y saben que eso significa comida. Es increíble”.
Los autores del trabajo tienen datos de otras seis mandas en la zona, pero este grupo parece ser el único que ha aprendido a cazar. Este comportamiento, aseguran, aporta una valiosa información sobre la flexibilidad de estos animales a la hora de cazar y alimentarse.
Referencia: Do wolves hunt freshwater fish in spring as a food source? (Mammalian Biology)