El presidente de Melilla, Juan José Imbroda (PP), ha manifestado este jueves su oposición a la reapertura de la aduana comercial con Marruecos bajo ciertas condiciones, ya que, mientras los productos marroquíes podrían llegar sin obstáculos a la ciudad española, ello implicaría "perderíamos soberanía" y "nos considerarían una ciudad marroquí más".
En una declaración a los medios, después de una información publicada en el periódico El Faro, que detallaba que, según fuentes empresariales, la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, habría contactado selectivamente a ciertos empresarios locales en los últimos días para informarles de la medida, Imbroda ha asegurado que, si fuera así, "Melilla sería la gran perjudicada".
La principal autoridad melillense ha explicado que "el Gobierno ha hecho una llamada a algunos comerciantes para informarles de que se va a reactivar el comercio con Marruecos, y podría retomarse la idea del comercio regional, que se propuso ya en 2022, por la cual los comerciantes de Melilla no podrían vender a Marruecos productos importados, sino solo aquellos fabricados en la ciudad, es decir, ninguno", ya que no hay fábricas en Melilla.
No obstante, Imbroda ha subrayado que, "mientras los comerciantes de Melilla no podrían vender sus productos a Marruecos, este país sí podría enviar a Melilla productos como áridos y alimentos". Según ha insistido el popular, esto significa que "el comercio local no se beneficiaría en nada".
Para Imbroda, "esto indica que la ciudad perdería soberanía política respecto al comercio exterior, porque Melilla se consideraría como una región más, una ciudad marroquí, en la que se le podrían vender los productos que Marruecos quisiera y comprar los que Marruecos decidiera, lo cual implicaría que la histórica aduana comercial de Europa con Marruecos quedaría completamente eliminada".
"Acciones legales y parlamentarias"
Además, ha afirmado que "esta situación implica una pérdida de soberanía política para Melilla, ya que la ciudad se vería como una región más de Marruecos". Según su opinión, "la aduana comercial de Europa quedaría totalmente eliminada", lo que ha calificado de un rechazo "rotundo" a esta medida "desde cualquier punto de vista".
El presidente de la Ciudad Autónoma ha exigido que la delegada del Gobierno, Sabrina Moh, y el Gobierno central dialoguen con los representantes legítimos del pueblo melillense. Ha enfatizado que "la Constitución lo estipula" y que los ciudadanos eligieron al gobierno local "para que actúe en asuntos como este".
Imbroda ha expresado su preocupación por la falta de interés del Gobierno en la opinión de la mayoría de Melilla, representada por el gobierno local. "Nos movilizaremos con todas nuestras fuerzas para evitar que esto suceda", ha dicho, anunciando que recurrirán a instancias parlamentarias y judiciales para proteger la economía de la ciudad.
"Iremos a cualquier instancia, ya sea parlamentaria nacional o judicial, e incluso consultaremos con la fiscalía de Melilla para trabajar con ella y defender la economía de la ciudad", ha señalado el popular, añadiendo que "si quieren hacer esto, mejor que no hagan nada, porque si se autoriza y se permite, se cede soberanía económica y política a Marruecos, lo que me parece un error colosal".
El presidente ha advertido que "no se le podría haber ocurrido una medida peor al Gobierno español contra Melilla". Imbroda ha dejado claro que se opondrá a esta decisión "con todas mis fuerzas".
La reapertura de la aduana comercial de Melilla y la creación de una nueva en Ceuta es uno de los acuerdos que España y Marruecos alcanzaron en abril de 2022, tras el cambio histórico en la postura del presidente del Gobierno Pedro Sánchez sobre el Sáhara Occidental, alineándose con las tesis marroquíes sobre esta excolonia, desde que España abandonó este territorio en 1975.
